Fin de año, tiempo de reconciliaciones y crecimiento

Se termina el año, y comienzan los balances y análisis de cómo fueron estos doce meses en general. Para algunos fue un año genial, lleno de noticias buenas y cambios positivos. Para otros, no todo fue tan bonito y los problemas estuvieron a la orden del día.

Es inevitable mirar hacia atrás y pensar en qué podríamos haber hecho mejor, o en esos errores que podríamos haber evitado cometer. Sin embargo, el pasado es pasado y esto no cambiará.

La mejor manera de partir un nuevo año es mirar hacia adelante y no quedarse estancado en lo que ya sucedió. Si te peleaste con tu mejor amiga, o tu pareja te decepcionó, fíjate en si realmente fue tan grave y en si vale la pena tener esa amargura dentro de ti.

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Guardar rencores sirve sólo para hacernos daño a nosotras mismas, y dejarlos ir nos libera y nos permite seguir. En estos últimos días del año, hay cosas que podemos plantearnos y que nos ayudarán a vivir más en el presente.

Deja los rencores

Sí, lo se. Las traiciones duelen, y mucho. A pesar de esto, duele más aún guardar estos sentimientos en el alma y de nada nos servirá seguir reviviendo una y otra vez ese momento que tanto queremos olvidar.

Quiérete a ti misma

Deja de auto-sabotearte. Lo peor que puedes hacer es no creer en ti misma, y si te tratas mal, lo más probable es que tu año sea negativo y lleno de malas experiencias.

Baila más, llora menos

Llorar es bueno de vez en cuando, pero no tenemos por qué hacerlo todo el tiempo. Levántate, pon tu música preferida y ¡baila! Alimenta tu cuerpo y mente de vibras positivas y qué mejor que hacerlo escuchando tu música preferida.

Haz el amor, no la guerra

Si el amor toca a tu puerta, no lo rechaces. Compartir con alguien que te agrada hará que todo sea más interesante y vibrante, y renovará tus ganas de vivir y de disfrutar los momentos simples que nos entrega la vida.