Ilustraciones captan evolución del cuerpo ideal en 100 años

ExpandirReproducción automática

1 de 22

El concepto de belleza ideal se va modificando con el tiempo. Los factores que influyen son variados: moda, arte, cine, publicidad y tal vez hasta política. Tal vez no notemos grandes diferencias de un año a otro, pero si comparamos el aspecto de “la mujer perfecta” entre décadas, veremos que sí las hay.

Estas ilustraciones comprueban que lo que se dice en Fashion Runway es cierto:

En el mundo de la moda, un día estás in, al día siguiente estás out.

Recomendados

¡Carolina Herrera lo aprueba! El corte ‘Nirvana’ será furor por su elegancia: aporta juventud y modernidad

Unicorn balagaye, la coloración de cabello que las mujeres de espíritu libre amarán probar

¿Adiós jeans? Las faldas de mezclilla con abertura serán furor: así los puedes combinar con botas para un...

En la década de 1910, todavía con una notable influencia del corsé, se buscaba una figura acinturada, con caderas amplias. En los 20 vemos un cuerpo más recto, casi sin busto. En los 30, el regreso de las caderas y las curvas.

Los 40 se caracterizan por una silueta angulosa, geométrica, con hombros más anchos (fíjense en las películas de aquel tiempo: todas las prendas femeninas tienen hombreras). Luego vienen los 50, con un cuerpo curvilíneo de nuevo, aunque las prendas tienden a trazar líneas rectas: piensen en la figura de Liz Taylor y en esos brasieres en forma cónica.

En los 60, la figura es menuda, de nuevo sin caderas prominentes, tipo Twiggy, pero en los 70 la tendencia se inclina un poco más por realzar el busto. Más tarde, cuando la práctica del running se extiende, en los 80 el cuerpo ideal refleja una figura atlética, que se relaja un poco en los 90, en una versión más delgada.

La década del 2000 tiende a un cuerpo de gimnasio, sin demasiadas curvas (Gisele Bündchen es la mujer más bella del mundo, según la Rolling Stone y los ángeles de Victoria’s Secret causan sensación).

¿Y qué hay de esta década? Protagonismo de los traseros, que no pueden ser como los de Beyoncé , Jennifer López o Kim Kardashian, pero que muchas veces lo intentan.

Así es esto: el ideal de belleza es un asunto de tendencias. Afortunadamente el estilo y la buena actitud nunca pasan de moda.