Estamos en una fiesta tomando unas cuantas copas de vino, y de pronto nos damos cuenta de que nos pasamos un poco. Dejamos de beber, y recordamos que le prometimos a nuestra pareja que esa noche sería “la noche juntos”.
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Llegamos a la casa, nuestro novio nos espera con una cama adornada con velas y flores, todo muy romántico. En un dos por tres, cerramos los ojos y no sabemos más de nosotras hasta el día siguiente.
Situaciones como esas nos hacen cuestionarnos qué tan buena o mala será la combinación alcohol-relaciones sexuales, y nos hace pensar si realmente es un factor más para aumentar la excitación, o algo que nos jugará en contra.
Para acercarnos a esta respuesta, lo primero que debemos tener claro es lo que le ocurre a nuestro cuerpo cuando tomamos alcohol. Pero, más específicamente, queremos saber qué papel juega el alcohol en la seducción y el interés sexual.
Al beber, nos sentimos más relajados, confiados y más desinhibidos, y eso hace que, automáticamente, creamos que es más fácil acercarse a alguien que normalmente no nos atreveríamos a abordar.
Una vez que ya estamos “en eso”, es probable que nuestro juicio no sea el más adecuado, y eso nos haga tomar desiciones equivocadas. Sin embargo, si estamos con una pareja estable, al menos sabremos que estamos con la persona correcta.
Esto no quiere decir que incluir el alcohol cada vez que estamos con la pareja sea tan buena idea. El alcohol altera las funciones del cerebro, y puede también “anestesiar” las sensaciones.
La conocida sexóloga Alessandra Rampolla, habla sobre esto en su sitio Universo Alessandra, y plantea que el sexo y el alcohol no hacen muy buena pareja:
Ciertamente, el alcohol nos desinhibe, y aunque es cierto que sí logra apaciguar los nervios y la ansiedad que pudiera existir respecto al sexo, lo que no hace es mejorar la respuesta sexual humana.
También explica que los efectos del alcohol en el sexo son distintos en hombres y mujeres. Para ellos, puede que exista una inhibición de la erección debido a las alteraciones que el alcohol produce en el sistema nervioso.
Puede que los hombres se demoren más en eyacular, y aunque muchos crean que es algo bueno, esto puede afectar la sensibilidad y abusar de la mantención de la erección con el alcohol puede traducirse en disfunciones a futuro.
En el caso de las mujeres, el alcohol puede producir la pérdida de sensibilidad en todo el cuerpo, particularmente en su zona genital. Finalmente, esto hará que sea más difícil alcanzar el orgasmo.
A pesar de eso, Alessandra Rampolla dice que mayor parte de las mujeres notan un aumento de la líbido cuando beben alcohol, ya que dejan de lado las trancas morales y la ansiedad.