Típico, ya tomaste la decisión de salir a correr, ¿y luego? Bueno, el proceso no es sencillo, pero con los siguientes tips le vas a agarrar el gusto más rápido que los demás y no te será tan difícil.
Buenos zapatos
Antes de enloquecer de la emoción porque por fin te decidiste, haz un alto y revisa que tengas el outfit adecuado. En este tema lo que más importa es el calzado, un buen par de tenis para correr te salvarán de lesiones y cansancio innecesario.
No se te ocurra salir a correr con tus Converse porque terminarás sin pies.
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Engaña a tu cerebro
Curiosamente, tu cerebro asimila mejor distancias que tiempos. No es lo mismo programarte para correr una hora (porque se te hará eterno) a proponerte darle 3 vueltas a la manzana, por ejemplo.
Mantén el ritmo
No estás en una carrera de velocidad, así que tómate tu tiempo, agarra el ritmo y no te salgas de ahí. Si de pronto notas que vas más rápido, regresa a la normalidad las veces que sea necesario.
Tranquila, vas empezando
Es muy probable que a la semana ya no quieras dejar de correr, por el efecto psicológico que te genera el ejercicio, pero es importante que te tomes un día a la semana para descansar.
Socializa
Nada mejor que contagiarte de buena vibra y cosas positivas para siempre verle el lado bueno a la corrida. Busca grupos de corredores y únete a los principiantes. La idea es que entre todos se echen porras y se animen para que no se convierta en algo aburrido.
Encuentra tu rutina
Cuando inicias con esta disciplina, lo más común es que escuches de todo y cualquier persona quiera darte un consejo. Te recomiendo que tomes nota de lo suficiente, pero al final vayas a tu paso y hagas hasta donde tu cuerpo soporte.
Complementa
Correr es lo máximo, pero también lo es si se complementa con otras cosas. Deja descansar un par de días tus rodillas y mientras tanto prueba con yoga, pilates, zumba, etc.
Empezar a correr es una experiencia sumamente relajante, y si empiezas paso a pasito lo disfrutarás más. ¿Empezamos?