Esto de amar y ser amado no es tan sencillo como parece. No se trata de historias llenas de hadas madrinas, unicornios y estrellas; hay mucho más aparte de eso.
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¿Alguna vez te has preguntado qué es el amor? No me refiero a los conceptos típicos que hemos aprendido de las películas y cuentos de Disney, sino que al amor real, ese amor que a veces asusta, que se esconde y que incluso, nos juega malas pasadas.
El amor es algo humano y es esa misma condición la que puede hacerlo imperfecto. El amor falla como nosotros, es inestable y frágil, y requiere de experiencia y madurez para ser aceptado e incorporado.
¿Te han roto el corazón? Si la respuesta es sí, puede que sientas miedo a enamorarte nuevamente. Es normal; los seremos humanos nos protegemos a nosotros mismos, nos defendemos cuando nos sentimos vulnerables y expuestos.
Las personas que temen al amor se bloquean, rechazan la idea de que alguien pueda descubrir su verdadera esencia y la dañe. Les aterra la idea de que otra persona pueda destrozar su lado más íntimo o que simplemente, esa misma persona se de cuenta de que el lado íntimo del otro no lo complementa.
Que alguien rechace tu lado íntimo no tiene que ser un castigo. De hecho, si ya fuiste capaz de desnudar tu alma y mostrarla tal cual es a otra persona, tienes que felicitarte a ti misma.
El amor tiene el poder de calar en lo más hondo, en eso que escondemos y que pide a gritos que alguien lo descubra. Claro que es doloroso cuando alguien que tú quieres, no quiere saber más de ti.
Duele, pero pasa. Ese miedo que conservas no sólo te impide vivir las increíbles emociones del amor, sino que además, te aleja de esa extraordinaria capacidad de ser tú misma, sin tapujos, sin máscaras.