Filemafobia, el miedo incontrolable a besar o ser besado

Todos hemos tenido malas y buenas experiencias con los besos, y con mala experiencia, me refiero a falta de química, diferentes ritmos o gustos en relación a la forma e intensidad de besar.

Pero más allá de esas experiencias, solemos interpretar los besos como algo agradable y excitante, a excepción de algunas personas que los consideran terroríficos, asquerosos y aterradores.

De esto se trata justamente la filemafobia; un miedo irracional e incontrolable a los besos en todas sus formas. Una persona que tiene esta fobia teme besar, ser besado o, incluso, ver a otras personas haciéndolo.

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Así como la fobia a las arañas o a los gérmenes, las personas que padecen de filemafobia no pueden controlar esta sensación y para evitan llegar a enfrentarse con su miedo, también evitan desarrollar vínculos amorosos.

Tal como se describe en un artículo del portal Fear Of, la filemafobia puede ser la consecuencia de otras fobias, como el miedo a la intimidad, a las relaciones sexuales o a los gérmenes.

Se cree que hay personas que desarrollan esta patología por creencias religiosas o culturales, casos en que se da una connotación negativa o “pecadora” a besar o ser besado.

También puede haber relación con algún trauma relacionado con el ámbito sexual, y la persona lo externaliza negándose a “ir más allá” a través de los besos.

Al igual que otras fobias, el miedo a besar tiene solución y con terapia o apoyo de especialistas, se puede tratar y curar para que la persona que lo padece pueda llevar una vida normal.