Lo que deberías evitar hacer cuando estás enojada

Todos hemos tenido esos días en que nos gustaría desaparecer de la faz de la tierra hasta nuevo aviso. Son días complicados, en los que nada fluye y todo nos molesta intensamente.

A veces, sólo nos levantamos con el pie izquierdo y como nada nos resulta, decidimos mantener el enojo durante todo el día. En otras ocasiones, hay cosas específicas que desatan nuestra ira y nos hacen convertirnos en Hulk.

Sea cual sea la razón, somos seres humanos y nos enojamos. Es totalmente normal, nadie puede juzgar a nadie porque está molesto por algo y aunque algunos traten de invalidar el enojo de los demás diciendo que “que no es para tanto”, quizás para esa persona sí lo es.

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Esos días en que lo único que sentimos es rabia, enojo e impotencia, es mejor que evitemos ciertas cosas que pueden empeorar esa sensación. Por ejemplo, si tu enojo se debe a una pelea con tu novio, trata de no ir a dormir con esa rabia contenida.

Lo único que lograrás con eso, es tener un nuevo día lleno de enojo y rabia, en vez de uno bueno y feliz. Si eres de esas personas que se alteran manejando, trata de no hacerlo si ya estás enojada.

Con esto, no sólo estarás incrementando tu ira, sino que también se la traspasarás a los demás con tus bocinazos e insultos, y nada bueno saldrá de esa historia.

No le cuentes a los demás sobre lo enojada que estás; es mejor tratar de calmarse y no quejarse, sólo así vas a ser capaz de cambiar de página y desechar esas energías negativas.

En esos días de ira, trata de alejarte lo máximo posible de la tecnología o las redes sociales. A veces, por impulso, decimos cosas hirientes a las personas que queremos, y como los mensajes son inmediatos, tenemos poco tiempo para arrepentirnos.

Para qué hablar del alcohol. Pasar las penas con alcohol no soluciona nada, sólo te hará sentir “momentáneamente relajado”, pero cuando se acabe, vas a tener que lidiar con tu ira nuevamente.

De hecho, el alcohol hace que estemos más desinhibidos y descontrolados, nada bueno para alguien que está de mal humor. Si la ira te invade, tómate un tiempo, respira hondo, sé compasivo y emplea esa energía en cosas que te distraerán, como el ejercicio físico o la lectura.