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5 cosas que hay que recordar cuando estás a dieta

Puede ser duro, sí, pero si recuerdas esto, será mucho más sencillo.

Hasta hace poco, nunca había experimentado lo que es estar muy arriba del peso ideal. Esa sensación de frustración que viene de perder el control que habitualmente tienes sobre tu cuerpo es devastadora, más cuando, según tú, intentas de todo y no ves resultados. Sí, me cruzó por la cabeza que Ya hasta Adele adelgazó y yo no.

Pero si aprovechamos ese grado de frustración y nos aventuramos a que un especialista nos evalúe, nos dé su opinión y su plan de alimentación, seguramente lograremos un buen resultado. Puede parecer que esos planes de alimentación son rudos a primera, segunda, tercera y cuarta vista, pero hay que tomarse un momento para relajarse, respirar y seguir las instrucciones lo mejor que podemos.

He descubierto recientemente que hacer dieta es más que sólo no comer tal o cual cosa, se trata más bien de planificar mucho, medir todo, cocinar en casa y tener muchos recipientes para llevar todo contigo (tópers o tápers les dicen).

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1. No busques la perfección

Es normal que si pasas de no tener dieta a una muy estricta, en algún punto caerás en la tentación. No dejes que te gane el síndrome de “pues ya me comí una galleta, ¿qué más da si me como todo el paquete?”. Si ya saliste un poco del camino, ¡Retómalo! Es menos costoso un error pequeño que uno más grande. Siempre puedes elegir esos “antojos” que tienen más calidad. Por ejemplo, un chocolate amargo en vez de uno de leche, te olvidarás de esa ansia por más tiempo.

2.Hay que tener paciencia

Bien dicen que Roma no se hizo en tres días… bajar esos kilos de más no sucederá en un día, aunque sólo con el hecho de ir al nutriólogo ya nos sentimos un poco más cerca. Aunque después de dos o tres días de planear, cocinar y empacar comidas ya nos sentimos cansados, es apenas el comienzo.

3. Ahora es el mejor momento

No importa si aún no llegas a los 30s, seguramente tu cuerpo ya comienza a reclamar más horas de descanso, menos fiesta y por supuesto, mucho menos alcohol. Ahora es un buen momento para tomar control de los daños porque después será más difícil. Entre la posibilidad de ganar más peso o tener hijos, tener un trabajo más demandante y menos oportunidades de hacer ejercicio son varias razones para esforzarse ahora.

4.No es tanto la actividad física, sino la alimentación

No comiences a fallar en tu dieta con la excusa de que “al rato salgo a correr”, o que hoy vas a hacer tres horas de gimnasio. Bajar de peso es un 75% comer bien y 25% hacer ejercicio. Aunque mantenerse activo es maravilloso, no garantiza que bajes de peso. Si además de eso tomamos en cuenta que vas a hacer músculo al ejercitarte, puede que los cambios que veas en la báscula no sean los que esperas.

5.Recuerda, más que una dieta, hay que conservar un estilo de vida saludable

Aunque las dietas eventualmente terminen, no sirven de nada si no hemos aprendido algo. Tu nutriólogo te ayuda a balancear tus comidas, a saber qué tan seguido hay que comer, cuándo puedes comer postre, etc. Es una especie de mapa de vida. Si lo sigues constantemente, aunque te desvíes un poco, te será fácil retomar el camino. En otras palabras, a ese hábito diario no lo vence una noche de copas (una noche loca).

¡Vamos a lograrlo juntos! Si están por salir del rumbo, mándenme un tuit y yo les mando buena vibra.

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