Moda y Belleza

6 mitos sobre las rasuradoras, ¡aquí los desmentimos!

¿Qué hace diferentes los rastrillos de hombre que los de mujer? ¿Cuál es el mejor momento para afeitarte? ¿Cómo limpiar las rasuradoras? Fuimos a las oficinas de P&G en Panamá y salimos de dudas.

La semana pasada tuvimos la suerte de que nos invitaran a Panamá, a las oficinas de P&G, donde aprendimos un montón de cosas sobre afeitado femenino.

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¿Alguna vez te has preguntado qué hace diferentes los rastrillos de hombre que los de mujer? ¿Cuál es el mejor momento para afeitarte? ¿Cómo limpiar los rastrillos? ¿Si es verdad que el vello crece más grueso después de rasurarlo?  ¿Cuáles son las ventajas del rasurado sobre la depilación? Nosotras también, y aprovechamos el viaje para hacer estas y muchas otras preguntas.

Lo primero que aprendimos, fue que la piel del hombre y la de la mujer no tienen nada que ver. Para empezar, la capa córnea (o sea la parte exterior de la piel) es mucho más gruesa en el caso de ellos. Además, ellos suelen afeitarse solamente la cara, cuya piel tiene tiene muchas más glándulas sebáceas que la de las piernas femeninas. O sea, nos resecamos más. Otra es que el vello crece más lentamente en nosotras que en ellos.

No solamente la piel y el vello son distintos, también las condiciones en las que nos rasuramos. Piénsalo: ¡ellos se rasuran frente al espejo mientras nosotras tenemos que practicar la yoga de la regadera para alcanzar, medio a oscuras medio al tanteo, todas las áreas que depilamos.

Áreas que, además, son muy distintas entre sí: mientras las piernas son lisas y con el vello delgado (pero sin grasa), el bikini tiene vello rizado y grueso con dos o más en cada folículo. Las axilas, por su lado, tienen una piel nada lisa, que no está estirada, y el vello crece en todas direcciones.

Entonces no, los rastrillos no son iguales. Aunque se trata de las mismas navajas, la posición en la que las ponen es distinta para adaptarse a estos usos diferentes. Aquí desmentimos otras creencias comunes sobre el rasurado.

Mito 1: rasurarse hace que el vello salga más grueso

Falso. Lo que pasa es que el vello es más grueso en la base y más delgado en la punta. Así que cuando lo cortamos al ras, la parte que veremos salir es la más gruesa, pero se irá adelgazando al crecer. Es más el efecto visual y al tacto, por lo cual es mejor para las chicas no rasurarse la cara.

Mito 2: los rastrillos nuevos te cortan la piel más fácilmente que los gastados

Al contrario, las navajas sí están muy afiladas pues los vellos se resisten al corte tanto como un cable de cobre del mismo grosor, pero están colocadas de forma que no te corten. En cambio cuando pierden el filo estarás tentada a pasarlas con más fuerza o y esto puede llevar a que te cortes la piel.

Mito 3: si te rasuras se te va antes el bronceado

Ahí sí que nada que ver. El color de tu piel no está en las capas superficiales ni puede quitarse con instrumentos como navajas, esponjas o exfoliantes. Ahí sí que ni al caso.

Mito 4: debes rasurarte en la dirección en que crece el pelo

Ya no, los rastrillos modernos están diseñados para tu comodidad, los puedes pasar en cualquier dirección y obtener el mismo resultado. Además, los mangos son ergonómicos para que los tomes de distintas formas al rasurar áreas diferentes. Si lo que temes son los vellos enterrados, una ligera exfoliación ayudará a evitar este problema.

Mito 5: hay que limpiar los rastrillos

¡No! Deja ese cotonete o cepillo y aléjate de tu rastrillo despacio. Si lo limpias, corres el riesgo de cambiar la posición de las navajas y ya no serviría. Lo que debes de hacer es guardarlo colgado el posición vertical para que se seque, pues si lo dejas a lado de la bañera lleno de agua vas a hacer un caldo de cultivo de bacterias. Si al cabo de 3 o 4 usos exhaustivos sientes que comienza a tirar, cámbialo por uno nuevo.

Mito 6: no pasa nada con rasurarse “en seco” de vez en cuando

Olvídalo. Si no lubricas tu piel, el rastrillo puede irritarla y te aseguro que te arrepentirás a los pocos minutos de haberlo hecho. Si lo que tienes es mucha prisa, opta por un rastrillo que ya incluye el lubricante y éste se activa en el contacto con el agua. ¡Sí existen! Se llaman Venus Breeze y son el último alarido de la tecnología. Esta rasuradora, además de lubricar, deja tu piel hidratada gracias a tres mantecas vegetales. Todo en uno, las prisas te hacen los mandados.

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