Moda y Belleza

Cosas que no sabías que eran un lujo hasta que te fuiste de casa

Las dabas por sentadas, y entonces, te mudaste de casa de tus padres.

Mudarte de la casa de tus padres es sin duda emocionante, todo es nuevo, y te sientes en toda una aventura. Que claro, sí lo es, pero también viene con ligeras desventajas incluidas. Como darte cuenta que muchas cosas que habías dado por sentado, eran en realidad un lujo.

Tengas o no roomies, hay algunas cosas que cuando vives fuera de la casa de tus padres te das cuenta que las dabas por sentadas, pero que, en la vida real y adulta no son tan sencillas o suceden por acto de magia.

Un refrigerador lleno de comida

Cuando vivía con mis padres, era costumbre abrir la puerta y encontrarse con un montón de comida y opciones. Sin embargo, cuando me fui, me di cuenta que esto era un lujo. No sólo porque es difícil surtir muy bien una de estas grandes cajas congeladoras por cuestiones monetarias, sino porque cuando vives sola (o con roomies), comprar de más puede ser letal para la comida y tu bolsillo.

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No sólo no conseguirás comerla toda antes de que se eche a perder, gastarás mucho dinero que a fin de cuentas irá a la basura. Mejor comprar esos tomates contando los que usarás en la semana y olvidarte de comprar grandes cantidades.

Los paseos en carro

Supongamos que cuando eras más joven, tus padres te regalaron un auto, que al salir de tu casa quedó a tu responsabilidad. Eso significa gastos en seguro, gasolina, estacionamientos, mantenimiento, etc. Cuando creces, te das cuenta que tener automóvil es un verdadero lujo, que como sea te puedes ahorrar si realmente no necesitas uno, puedes usar una bicicleta o el transporte público de tu ciudad es eficiente.

Una casa decorada

Si te fuiste de casa cuando eras estudiante, seguro te tocó vivir o visitar casas que tenían muebles viejos, rotos, descordinados y/o complementados con piezas de plástico como sillas, mesas, repisas o cajoneras. Es una época en que todo esto es normal y válido, sin embargo, cuando comienzas a trabajar y a ir amueblando tu espacio te das cuenta que una casa linda puede requerir mayor inversión de creatividad, tiempo y/o dinero.

Claro, es maravilloso que seas buen@ en carpintería y puedas improvisar muebles de bases de madera, pero necesitarás mucho tiempo y creatividad para lograr el look que quieres. Y no me hagan hablar de las cortinas.

Ropa limpia

Aunque fueras de los que le ayudaba a mamá a lavar la ropa (o sea, sabías que no era magia), era lindo tener ropa limpia cada semana sin preocuparte demasiado por clasificar, ordenar, lavar, secar, doblar y guardar. Ahora sabes que tener ropa limpia en el clóset significa trabajo.

Mascotas

Claro, sólo cuenta si en casa de tus padres tenías una por supuesto. Pero si tenías esa suerte y decidiste que necesitabas una linda compañía en tu nuevo hogar, seguro lo notaste: las mascotas significan una buena inversión de tiempo, dinero y esfuerzo. Entre sus alimentos, visitas al veterinario, limpieza y el tiempo necesario para pasearlos, bañarlos y darles suficiente amor, podrías encontrar que el compromiso es demasiado grande para una sola persona.

Una casa limpia

Aunque decidas que una mascota es mucho compromiso para ti, aún así es necesario mantener los departamentos en orden. Lo cual implica comprar productos, tomarse el tiempo, o pagar a alguien para que haga la limpieza. De cualquier forma, no pasa por arte de magia.

¿Qué otras cosas extrañas de casa de tus padres?

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