Por fin lograste hacer un espacio entre el trabajo y las responsabilidades para ir al gimnasio tres veces por semana. Quizás tengas que acortar tu hora de almuerzo o ir a ejercitarte después del trabajo, pero sabes que te hará bien y estás feliz por eso.
Aunque tengas miles de cosas que hacer, hay algo que no puedes olvidar: la higiene y limpieza luego de hacer ejercicio. Sobre todo, si después de hacer tu rutina debes volver a la oficina.
Cuando hacemos ejercicio no sólo sudamos, sino que eliminamos toxinas y desechos a través de los poros de la piel. Es por eso que es tan importante preocuparse de la limpieza, así nos deshacemos todas esas sustancias del cuerpo.
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Lo ideal, es darse un buen baño luego de una sesión de deporte. Además, trata de no quedarte el día entero con la misma ropa que usaste para hacer ejercicio; la humedad puede aumentar las posibilidades de que tengas infecciones urinarias o acné en el cuerpo.
Si no tienes posibilidad alguna de ir a la ducha, nunca dejes de lavar tu cara. Al igual que en el cuerpo, el sudor puede tapar tus poros y lo más probable es que eso de como resultado imperfecciones y puntos negros.
Otro punto importante es mantener tus toallas e implementos para hacer ejercicio muy limpios. Si usas siempre la misma toalla para secar tu cara y cuello, vas a seguir ensuciando tu piel. Lo mismo pasa con el mat de yoga o las colchonetas.