La mayoría de nosotros elige la tarde para tomarse un descanso, pero un estudio sugiere que cambiemos el horario del break a la mañana.
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Esta investigación fue publicada en el Journal of Applied Psychology y estuvo a cargo de Emily Hunter y Cindy Wu. En ella se analizó una muestra de 900 personas y la forma en que descansaban en horas de trabajo.
Como descanso, los estudiosos consideraron cualquier tiempo en que no se realizaban tareas indispensables o relevantes en términos productivos, dentro de la jornada laboral; es decir, el almuerzo, la hora del café, charlas con compañeros de trabajo, tiempo dedicado al mail personal o las redes sociales.
Los resultados apuntan a que es mejor si tomamos este break antes de haber gastado nuestros “recursos mentales”, de manera que podamos distribuirlos mejor a lo largo del día.
Hunter explica:
Nos dimos cuenta de que los trabajadores deben tomar el descanso antes del mediodía, tal vez antes del almuerzo. Los breaks por la mañana fueron los más efectivos pues con ellos se obtuvo mayor descanso.
O sea que, al darse un respiro por la mañana, estamos llenando de combustible nuestro cerebro, antes de que se prenda el indicador, en vez de trabajar sólo con la reserva. Estamos siendo precavidos, y también estamos administrando mejor nuestros recursos.
Eso no quiere decir que vayamos a sentirnos más productivos durante la tarde: probablemente nos sintamos cansados de todas formas, pero estaremos mucho menos desgastados. No es lo mismo cansancio que agotamiento, ¿cierto?
Así que ya saben: si pueden elegir el momento de tomar el descanso en la oficina, o incluso si trabajan desde casa, opten por las horas que preceden el mediodía. Su productividad se lo agradecerá. Pero sobre todo, se sentirán menos abrumados, y por lo tanto más felices. 🙂