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Descubre si eres una “texteadora compulsiva”

Un estudio reveló que las adolescentes son más compulsivas con el uso del teléfono, lo que puede afectar su rendimiento en los estudios.

Los mensajes instantáneos son el medio de comunicación predominante en los adolescentes actuales. Revisan sus teléfonos constantemente y se molestan si alguien los interrumpe. Además, como si fuera poco, se saltan horas de sueño, lo que obviamente afecta su rendimiento escolar.

Un estudio publicado recientemente en Psychology of Popular Media Culture, relaciona a estos adolescentes con los jugadores compulsivos. Para esto, se aplicaron cuestionarios a 211 estudiantes de octavo grado y a 192 de secundaria en un pueblo del Medio Oeste de Estados Unidos.

El cuestionario de 14 ítems se basa en una escala de ludopatía para identificar el uso compulsivo de Internet. Se hicieron preguntas como: ¿cuál es su relación con el uso del teléfono?, ¿se siente ansioso cuando no está a su alrededor?, al cenar con su familia, ¿se siente con la necesidad de revisarlo?, ¿se siente obligado a mirarlo todo el tiempo, en lugar de sólo responder mensajes que recibe?

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De los 403 estudiantes en total, 47 fueron excluidos del análisis porque no enviaban mensajes todos los días. En cambio, de los 356 restantes, se llegó a la conclusión de que las niñas son mucho más propensas a ser compulsivas que los niños. Es decir, una de cada ocho enviaban más de 100 mensajes al día.

Para ellas, los mensaje representan más que una distracción. No es que la compulsividad cause directamente problemas académicos, sino que produce falta de atención, lo que desencadena en un bajo rendimiento. En cambio, para los varones no es tan riesgoso.

¿Por qué pasa esto? Las niñas tienden a centrarse más en las relaciones, a ser más emocionales y más ansiosas. Ocupan el teléfono móvil para hablar de problemas y sentimientos.

Por otro lado, el uso excesivo de Internet altera el sueño; los adolescentes se conectan a altas horas de la noche y más aún si tienen alguna tarea para la escuela. La postergan a causa de la distracción.

Algunas soluciones para alguien que sufre de esta compulsividad es establecer reglas sobre el uso del teléfono, al menos dentro de la casa. Por ejemplo, no llevarlo a la mesa a la hora de almuerzo y no revisar ninguna pantalla antes de ir a dormir.

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