Todas hemos sentido alguna vez esos cosquilleos en el estómago que indican el comienzo de algo extraño en nuestro organismo. Mariposas que se propagan por el cuerpo y hacen latir con mayor fuerza tu corazón.
Empiezas a soñar despierta y a hacer cosas extrañas, dominadas por lo pasional por sobre lo racional. Si tienes esos síntimas, puede que te estés enamorando de esa persona que, por alguna razón, se instaló en tu cabeza.
Te quedas pegada mirando al cielo
La persona que te está hablando pasa a segundo plano cuando sueñas despierta con tu enamorado/a. Tu mente está literalmente en la luna.
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Sus gustos empiezan a ser los tuyos
De repente te encuentras memorizando todos los nombres de sus equipos y jugadores de fútbol favoritos.
Practicas el altruismo
Es fin de mes y vas de shopping a tus tiendas favoritas. En vez de pasar horas y horas probándote las mejores prendas, terminas comprándole cosas a él.
Estás más sentimental que nunca
Te pones más sensible y escuchas todas las canciones románticas del mundo, aunque estén en japonés y no te sepas la letra.
Emanas amor y paz para el mundo
El mundo parece un jardín bordado de rosas. Te relajas ante la vida a tal punto que no le reclamas ni a quien te chocó el auto. Simplemente no dejas que malos momentos opaquen tu estado de felicidad.
Las hormonas funcionan a mil por hora
No te asustes si tu corazón late más rápido y si empiezas a sudar con mayor frecuencia. No tienes fiebre, son los efectos del amor.
Se acaba el llanto
Sin ninguna razón empiezas a reírte por todo y de todo. Ya sea sola o frente a gente que te mira como si estuvieras loca.
Ceguera total
Todo lo que tu pareja dice te resulta gracioso, aunque en realidad, no lo sea.