Wellness

Japi Jane: “La satisfacción sexual también puede vivirse sin pareja”

La norteamericana que llegó a Chile hace 10 años nos cuenta sobre el cambio que ha vivido la sociedad chilena frente a la sexualidad, la evolución de la mentalidad femenina en torno al sexo y el interés de los hombres por innovar junto a la pareja.

Al principio me preguntaban si vendía porno y yo nunca vendí porno. Mi tienda va por el tema de aprender y disfrutar la sexualidad.

Y la verdad, es así. Al entrar a la tienda se puede observar una serie de aceites aromáticos para masajes, lubricantes, labiales con feromonas, juegos de mesa para parejas, lencería, libros eróticos y los clásicos vibradores o juguetes eróticos, los más requeridos por las mujeres que buscan un complemento o una ayuda para disfrutar su sexualidad.

Pero además de sus dos tiendas en Santiago y una en Viña del Mar, Jane Morgan comenzó su fama ofreciendo sus juguetes eróticos en despedidas de solteras, lo que también fue una oportunidad para conocer a fondo la sexualidad de las chilenas; le preguntaban más sobre sexo, cómo podían salir de la rutina y también, expresaban las quejas en cuanto a los hombres chilenos.

Recomendados

A esto se suma los talleres de ayuda a las mujeres y el libro Me visto, me maquillo, me desvisto, una publicación junto a Fran Torres y Paloma Suzarte, que invita a las mujeres a desprenderse de los convencionalismos, a sacarse el mejor partido posible y a querer su cuerpo y sexualidad.

Con un “español chileno agringado” que se entiende a la perfección, un embarazo de seis meses y en medio de cientos de juguetes eróticos, Jane recuerda los primeros años en Chile, sus trabajos y lo que ha significado “Japi Jane” en su vida.

-¿Cómo se te ocurrió la idea de instalar una tienda erótica en Chile?

Yo soy ingeniera comercial de profesión y vine a Chile a aprender el idioma. Trabajé en varias fundaciones que apoyaban las PYMES y siempre me llamó la atención que en Chile no habían tiendas especializadas en juguetes eróticos. Lo típico era ver que compraban en el extranjero los llamados “consoladores”, así que como tenía experiencia en armar empresas y sabía de los trámites para hacer una PYME, me decidí a crear “Japi Jane”.

La tienda acaba de cumplir 9 años ¿Cómo recuerdas los primeros años de este negocio y cómo ves la mentalidad de las mujeres y los hombres con el paso del tiempo?

Pues ha sido un cambio tremendo. Imagínate que cuando empecé, lo típico que buscaban las mujeres eran los “consoladores” y en estos 9 años he notado que ya casi nadie le dice “consolador” y ahora entienden que es un juguete sexual. La mujer ahora comprende que no se trata de un concepto de “consolar” sino de jugar, y eso ha sido un cambio muy importante en la mentalidad de las mujeres, que está bien permitirse jugar y ya no es una “cosa triste”. Y en cuanto a los hombres, ahora ellos entienden que los juguetes no son una amenaza sino un aliado.

 -¿Y qué ha sido lo más difícil de cambiar en la mentalidad de las mujeres?

Yo creo que lo más difícil ha sido el tema de la masturbación.  Cuando realizaba los talleres de “Me visto, me maquillo, me desvisto” hicimos un ejercicio donde a todas se les preguntaba por qué no se masturbaban. Muchas me decían que simplemente “no se les ocurría” o que “estaban con pareja, por lo tanto, no lo necesitaban”. Una sexualidad plena también puede vivirse sin pareja, y eso ha sido todo un tema de las mujeres, ya que no concebían la masturbación para conocerse. La vida sexual no se detiene si no tienes una pareja y los juguetes sexuales son un complemento en este descubrimiento.

– El empoderamiento de las mujeres y el feminismo se ha tomado varios ámbitos de la sociedad ¿Cómo ha afectado esto en la sexualidad?

Por supuesto que ha afectado y eso lo veo a diario en la tienda, ya no tienen vergüenza en venir y están aceptando, de a poco, que la masturbación y conocerse es parte de una sexualidad saludable, que es un derecho propio de las mujeres. Ahora, las mujeres están dispuestas a pedir y exigir más calidad que cantidad y los hombres están cada vez más preocupados en conocer más.

– Este año realizaste una charla de “Placerología Femenina sólo para Hombres” ¿Consideras que los hombres están asustados en cuanto a la nueva mentalidad de las mujeres?

Yo no diría que están asustados, están cada vez más motivados en conocer más sobre el placer femenino. La charla fue todo un éxito, estaba lleno de hombres interesados en conocer más de sexo. Al principio, fueron un poco tímidos, pero después de lanzaron con cientos de preguntas, incluso me dijeron si podía ser más específica y yo ya no podía ser más específica porque no me podía desnudar ahí (Risas). Pero los hombres están conscientes de que una vida sexual en pareja plena se debe vivir de a dos y ellos no tienen que cargar con la responsabilidad de saber todo lo que le gusta a su pareja. Por eso, la masturbación y la comunicación es clave.

-Con el ritmo de vida actual ¿Se puede ser feliz sexualmente si se tiene sexo una vez a la semana?

La satisfacción sexual no tiene nada que ver con la cantidad. He conocido parejas que sólo tienen sexo una vez al mes y están felices. No hay una cantidad de veces que definan la satisfacción, es un asunto de cada pareja. Los problemas comienzan cuando una de las partes “siente ganas” pocas veces mientras que la otra parte quiere tener sexo todos los días. Eso lo tendrá que enfrentar cada pareja, ya sea en terapia, utilizando juguetes, la comunicación, entre otras cosas, pero la satisfacción sexual va más allá de cuantas veces lo hiciste en cierto periodo de tiempo.

-Para finalizar ¿Qué consejo le darías a las mujeres?

Yo les diría a todas las mujeres que la sexualidad es suya, es nuestra responsabilidad, que no depende de un hombre, pareja, estado civil, estado amoroso, que es para toda la vida y que no todos los momentos vamos a “estar en llamas” y que va a ver momentos que simplemente no vamos a tener ganas, pero debemos estar conscientes de que somos seres sexuales desde antes que nacemos, que somos producto de esto y que el placer es un derecho.

-Y a los hombres ¿Qué les dirías?

Que hagamos esta cosa juntos (Risas). Si las mujeres estamos pidiendo más, que no lo tomen como amenaza sino como desafío y al final, las mujeres exigen pero no dicen nada de lo que les gusta, lo cual es injusto para el hombre ya que este camino de ser plenos sexualmente se construye de a dos.

Tags

Lo Último


Te recomendamos