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DAINO, una propuesta de diseño independiente que se viste de creatividad

El emprendimiento de la chilena María Jesús Armstrong busca crear productos que tengan ese sello único que tanto buscamos, pero que no siempre encontramos con facilidad en el mercado.

Este año ha sido uno de los más importantes en términos de empoderamiento femenino. Más mujeres se atrevieron a hablar sobre sexismo, se visibilizaron prácticas que aún se mantienen, pero que no favorecen en nada al género, como la brecha en lo laboral y la violencia injustificada.

Pero no sólo hay que hablar de derechos, sino que de valentía y talento. María Jesús Armstrong (27) es una de esas mujeres chilenas que creyeron en su idea y que, a pesar de los obstáculos, siguieron adelante con un proyecto que se convirtió en un negocio hecho con cariño y dedicación.

Emprender no es fácil y ella sabe perfectamente que para lograrlo, hay que estar dispuesta a superar la frustración, creer en uno mismo y lo más importante, ser fiel a la idea que impulsó el proyecto. Luego de haber pasado por varias etapas de ensayo y error, esta Artista Visual titulada de la Universidad de Chile creó DAINO, un emprendimiento original y creativo.

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Esta tienda tiene dos líneas: una dedicada a la ropa y accesorios, y HOME, productos de decoración para el hogar. María Jesús siempre quiso plasmar su creatividad en cada uno de los diseños y sus creaciones buscan sorprender a los clientes con una propuesta visual personalizada. Cada producto tiene su sello, ese detalle que lo hace distinto.

Conversamos con ella sobre su negocio, las barreras que tuvo que superar para seguir adelante y sobre su experiencia como una mujer joven que apostó por el emprendimiento.

– ¿Cuál fue tu inspiración o de dónde nace la idea de crear este emprendimiento? 

En esos tiempos, cuando empezó todo, vivía en Alemania, y estando sin Visa de Trabajo me vi obligada a empezar a arreglármelas con mis propias manos, literalmente. Entonces empecé a hacer poleras, bolsas reciclables —que allá se usan mucho— todas dibujadas y pintadas directamente por mi.

Y de todo: lámparas, cuadros, magnets, hasta revolvedores de cóctel. Frascos reciclados de vidrio con detalles entretenidos… así, los vendía en las ferias libres y en una tienda linda que quedaba en Prenzlauerberg. Luego DAINO se transofrmó en una marca.

– Una vez que decidiste llevar esa idea a lo concreto, ¿te encontraste con obstáculos? 

¡Uff, millones! En Berlín no sabía ningún dato de nada, todo averiguando desde cero, preguntando aquí y allá. Luego seguí en Chile, con algo más de datos, ¡pero no sabía nada de nada! Muchos ensayos y error, sacando nuevos productos que eran un fiasco… otros un poco más exitosos, y así. Cambiando técnicas todo el tiempo hasta encontrar la mejor, y con los proveedores era lo mismo. Siempre hay problemas con los proveedores.

– Cuéntame los detalles de tu emprendimiento. Cuáles son tus procesos de producción, si tienes socio/a, cuánto tiempo te dedicas a ello, etc.

Tengo un socio, mi pololo, con quien en Berlín juntos trabajamos en esto. Pero ahora está con otro trabajo y no puede dedicarse a la empresa, así que me ayuda con nuevas ideas y temas creativos, conversaciones.

Entonces, en su ausencia me vi sola llevando la marca, con muchísimos items que abarcar. Hago muchas cosas a mano, y muchos productos en los que yo no me manejaba para nada. Y cuando ya estaba en el colapso, queriendo que las horas sean más largas y rogando para que la semana tenga 10 días, me encontré con una amiga que es increíble! La Concho (Consuelo Cox)

Empezó todo como una ayuda de ella y terminamos trabajando juntas. Me ordenó toda la empresa, desde los precios, costos, proveedores, materiales, pagos, tiempos, las cuentas, las redes sociales, TODO. Ella es súper emprendedora también, ¡y mega movida! ¡Le debo todo!

Una marca, por más chica que sea, es muchísimo trabajo. Y ahí uno está de 7 a.m que suena mi despertador hasta a la noche —incluso hay días que estamos hasta las 10 p.m—, encargándonos de todo. Tuve otros trabajos entre medio y me dedicaba a DAINO cuando tenía tiempo nomás. Pero me di cuenta de que no; si uno quiere que esto crezca, hay que dedicarle todo. Así que a tirarse nomás y trabajar.

– ¿Puedes hablarnos de tus productos? 

Tenemos dos líneas, Ropa y Accesorios, y la línea HOME.  En la primera, hay poleras de hombres: lo que llama la atención ahí son los diseños, todos novedosos, originales, súper jugados. También está la sección CHILE, poleras con ilustraciones de nosotros en acuarela, con motivos chilenos (cóndor, copihue, araucaria, etc)
Hacemos estuches y cosmetiqueros, de ecocuero, crea o lona. Bolsas reciclables y mochilitas también de lona o crea, estampadas con entretenidos motivos, hay de todo. Todos diseños nuestros también.

– Y tu clientela, ¿qué perfil tienen las personas que compran DAINO?

Por lo general es gente joven, con pasión por el diseño, queriendo algo distinto. No hay muchas cosas tradicionales la verdad. Pero sí clásico, que es bien distinto. Aunque nos hemos sorprendido muchísimo. Llegan clientes de todas las edades y de lugares muy distintos queriendo el mismo producto por ejemplo. ¡Da para todo! Cuando pasan esas cosas es fascinante.

Redes sociales y emprendimiento: ¿amigos o rivales?

La tecnología forma parte de la vida y las empresas se han tenido que adecuar a ello, transformando los modelos de venta, las estrategias para llegar a los clientes y la fidelización que toda marca necesita lograr para llegar al éxito.

En relación al emprendimiento, las redes sociales pueden ser una gran herramienta de difusión, sin embargo, hay que tener claro el uso que se les dará y cómo se manejarán para que jueguen a favor y no en contra.

María Jesús admite que es complicado competir con las grandes marcas, pero la gracia es darle valor al diseño original a través de la viralización por Internet.

En el caso de DAINO, la difusión se hace por la página web, Facebook e Instagram, además del “boca a boca”, el dato que te da tu amigo que hace que llegues a ver los productos, sin necesariamente buscarlos desde un principio.

¿Qué pasa cuando las cosas van bien? “Cuando el esfuerzo empieza a dar frutos, es lo más emocionante: nos han llegado mensajes felicitándonos, comentarios positivos de gente desconocida, todo esto es increíble, una sensación inexplicable”.

El emprendimiento es sin dudas y sin llorar, si tienes una idea pero no te atreves a desarrollarla, significa que hay que eliminar esa idea y buscar otra en la que confíes plenamente: “Aquí uno no puede tener miedo, es sí o no. Porque al final, será tu vida. Para mí, DAINO es gran parte de mi vida, es como un hijo finalmente. Hay que ser demasiado perseverante y valiente”.

“Mi papá me dijo una vez: “Ya, llora, tienes 10 minutos para llorar, aprovéchalos y laméntate harto, después de esos 10 minutos ponte a crear de nuevo.  Es como dice el Maestro Yoda, no hay que “tratar”, hay que hacerlo. En el fondo, si tratas, siempre estás a salvo de fallar y que no importe, entonces no le pones verdaderamente el 100%. ¡Hay que hacerlo! ¡Sin dudas!”.

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