Surfista brasileña sin auspiciadores por no ser lo “suficientemente atractiva”

Ser la mejor surfista de Brasil, con ocho títulos a su haber y dos subcampeonatos del mundo en 2008 y 2009 no es suficiente para conseguir el respaldo de las marcas y tener patrocinadores, pues parece que lo importante es la belleza.

Lamentablemente, todo entra por los ojos en un mundo tan superficial, quedando de lado el talento y la pasión personal. Esto es lo que le sucedió a Silvana Lima, la surfista de 31 años que en una video entrevista de la BBC expresó que no ha conseguido un patrocinador porque no es guapa como una modelo.

A eso agregó que las marcas de ropa de surf quieren que las mujeres sean tanto modelos como surfistas y que los hombres no sufren de este problema. Aunque a ella le molesta esta situación, no pretende cambiar su imagen porque siente que no la reconocerían, y es algo que no tiene por qué hacer.

Recomendados

Luna rosa: ¿cuándo y dónde se podrá ver el plenilunio de abril en su punto más brillante?

¿Cómo explotar tu sensualidad si eres mamá o estás metida en el arquetipo de la madre?

¿Por qué la Generación Z es menos feliz al resto? Nuevo estudio muestra una preocupante situación

Esto no la ha paralizado, pues desde 2014 que puso en marcha un proyecto de crowdfunding para poder financiar sus esfuerzos y seguir compitiendo con la ayuda de sus seguidores.

Por otro lado, la competencia a la que se enfrenta Lima tiene que ver con chicas esculturales, bellas y rubias, es decir, el prototipo de belleza universal femenina. Además, de tener grandes patrocinadores a sus espaldas y miles de seguidores en Instagram.

Dentro de las mujeres top del surf a nivel mundial figuran Lakey Peterson, Sage Erickson, Bree Kleintop, Laura Enever y Lani Doherty. Todas parecen modelos como se puede ver en sus cuentas de Instagram, en cambio Lima destaca por su destreza domando olas.

Aunque es difícil generar un cambio sobre todo en la industria publicitaria, pues es donde la belleza entra en juego, al menos que esto sirva para la reflexión sobre un deporte que está perdiendo su esencia por valorar ciertos estereotipos. El surf es más que una chica guapa al lado de una tabla; las morenas, bajitas y “normales” sí pueden tener cabida.