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¿Y dónde está todo ese matriarcado que ve Cristóbal Briceño?

Si hablamos de que el patriarcado sigue siendo sostenido, no es precisamente por el matriarcado. Son estructuras que no conviven. Pero de que el patriarcado sigue siendo sostenido, sí, eso parece evidente.

Leslie Nicholls (Miles Chile) comenta los dichos de Cristóbal Briceño sobre el feminismo.

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En el contexto previo a la conmemoración del Día Internacional de la Mujer de este año, dirigentes estudiantiles de la Universidad de Chile solicitaron al cantautor Cristóbal Briceño que extendiera la invitación a la Semana Feminista que organizaba la misma casa de estudios.

En ese contexto, el señor Briceño hizo declaraciones curiosas –por decir algo- acerca del patriarcado y de lo manoseado que le resulta el término a estas alturas, cuando en realidad a él le parece que siempre detrás de un patriarcado, existe un matriarcado que lo sostiene.

En principio me llamó la atención la forma, y no tanto el fondo de dichas declaraciones. Quisiera entender que el señor Briceño tiene algunos errores conceptuales, pese a que no está completamente equivocado.

Si hablamos de que el patriarcado sigue siendo sostenido, no es precisamente por el matriarcado. Son estructuras que no conviven. Pero de que el patriarcado sigue siendo sostenido, sí, eso parece evidente. Y se sostiene no por otras estructuras socioculturales, sino más bien por una sociedad que sigue obviando la igualdad, o que la predica vacíamente, sin incorporarla.

El patriarcado se expone no sólo en cifras, como reza su canción “Ignorante”. No se trata solamente del número de femicidios, de denuncias de violencia intrafamiliar, ni de quién manda en la casa, por llevarlo a otro plano.

Es una enredada, compleja y tétrica trama que atraviesa toda nuestra cultura, y que sigue intentando hacernos creer que el hombre tiene distintas y mejores capacidades para ciertas cosas.

El o la lectora ya sabrá que el año pasado (2015)  hubo 58 femicidios y que en lo que va de este 2016 se cuentan 11 más, que existen 17 denuncias diarias por violación, miles de denuncias por violencia intrafamiliar, detrás de todos esos números las víctimas son mujeres.

Que la mujer gana en promedio 30% menos que un hombre por el mismo trabajo, que el Parlamento está compuesto sólo en un 15% por mujeres. Que los hogares constituidos por madres solteras no necesariamente constituyen un matriarcado, sino consecuencia del patriarcado; del hombre que se fue, que no aperró como ella sí hizo. O que la mujer cuya “mano es la que aprieta” tampoco es matriarcado, es una mujer opinando y siendo considerada.

Sin embargo, es valioso que un hombre cuya voz es pública ponga sobre la mesa estos temas, reconociendo que sabe poco de ello, y que justamente asistirá a un evento para educarse y aprender.

Opinar con errores conceptuales le pasó la cuenta, y él mismo lo advirtió al poner puntos suspensivos tras el comentario de que pueden criticarlo en redes sociales a continuación de sus dichos.

Personalmente, no condeno sus dichos, tampoco los comparto en lo absoluto. Si me gustaría compartirle la idea de que en un país cuyos medios de comunicación están alineados en su mayoría con otras temáticas, en que leer es caro, en que la educación no educa sobre derechos ni cuenta con principios de equidad, de igualdad, la opinión de un sujeto público es relevante, por eso debemos ser conscientes del peso de nuestras palabras, en tanto responsables de educar a varias otras personas en nuestro entorno.

No soy quien para tratarlo de ignorante –vuelvo a citar su canción/respuesta-, yo misma lo soy en muchas cosas. Pero en su rol aparentemente bastante público en redes sociales y opinión pública debe ser responsable de no transmitir concepciones erróneas. Insisto: el patriarcado no es sostenido por el matriarcado, sino por la ignorancia.

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