Cuando vas a comer a un restaurant, tienes mucha hambre y pronto traerán tu plato favorito, ¿qué sientes mientras lo esperas? ¿Se parece a la sensación que tienes en los momentos previos a tener sexo con alguien que deseas mucho?
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Claro. Comer y tener sexo son necesidades básicas para el ser humano: puedes resistir sin comida y sexo por un tiempo, pero si ya tienes las expectativas y el plato está justo frente a tus ojos, sabes que tienes que comerlo.
Puede que algunos piensen que esta analogía es exagerada y si lo analizas, puede ser cierto. Al fin y al cabo, si comemos, morimos, pero si no tenemos sexo, sobrevivimos.
Ese es el problema. Las personas han aprendido a poner al sexo en segundo plano, a considerarlo como algo que viene por añadidura y en realidad, es una necesidad humana y natural.
Ahora, si quieres disfrutar el sexo, sin culpas y a plenitud, prueba estas técnicas. Son cosas que puedes mantener en secreto, y usarlas como herramientas para tu propio placer.
Visualización
¿En qué piensas cuando tienes relaciones sexuales? Pueden ser muchas cosas y ese es el problema. Lo único en lo que tienes que concentrarte es en el momento y en tus sensaciones. Cuando tengas sexo, visualízate a ti misma de forma excitante y usa esa imagen para aumentar el placer. Es como la visualización en la meditación: haces que tu mente se concentre en algo que te produce felicidad y luego eres capaz de experimentar esa alegría.
No te centres en el orgasmo
Es difícil, porque lo esperamos con ansias. Sin embargo, enfocarse demasiado en ello te puede alejar del objetivo. Si estás excitada, hay tensión sexual y eso produce que los músculos de tus órganos sexuales se tensen. Es involuntario, seguramente no piensas en eso durante el sexo. Lo mismo debe ocurrir con el orgasmo (que es el momento en que esos músculos contraídos, se relajan), debes dejar que fluya: tu cuerpo sabe cómo llegar al orgasmo con la estimulación correcta, déjalo actuar.
Ten el control, pero hasta cierto punto
¿Has escuchado hablar del edging? El control en el sexo puede ser un arma de doble filo, pero si sabes cuándo y cómo usarlo, vas a ver lo bueno que es. El edging es algo que puedes poner en práctica sola o en pareja. Cuando estás camino al orgasmo y ya sientes que llegarás al climax, PARA. Deja de hacer eso que te está estimulando, o dile a tu pareja que se detenga, así partirás de cero y acumularás más y más tensión sexual, lo que se traduce en un orgasmo muchísimo más poderoso.
Círculos y más círculos
¿Sabes por qué el sexo es tan placentero? Porque es rítmico. El ser humano se siente cómodo con los ritmos: es como cuando escuchas una canción que te gusta y te relaja, pero no sabes por qué. En este sentido, debemos aprovechar el poder de los ritmos para dar placer. La estimulación del clítoris con movimientos circulares y constantes es una técnica excelente para aumentar la tensión sexual. También piensa en movimientos que simulen el número 8 o el símbolo de infinito, para orgasmos infinitos.
El factor sorpresa
Eso que no esperas, puede ser lo que te entregue orgasmos maravillosos. El factor sorpresa es clave para muchas mujeres: puede ser que sigas un ritmo constante y de pronto, si saberlo, tu pareja hace algo que no esperabas. Claro que esto depende de cada mujer, porque todas somos distintas, pero está comprobado que esta técnica puede ser muy efectiva.