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“Stay Fat and Wild” una sesión de fotos que visibilizó la gordofobia en Latinoamérica

Conversamos con la fotógrafa Paola de la Cruz sobre el fenómeno que se generó por mostrar mujeres con sobrepeso en sus sesiones.

Debido a la construcción del sistema en el que estamos insertos, existen ciertas convencionalidades, esteretipos, prejuicios y fobias propias de la supervivencia en este gran mundo globalizado. Entre las fobias que podemos observar y que se crean debido a las invenciones del sistema para que el ciudadano estándar repita, nos encontramos lafat phobia”también conocida como Obesofobia o Gordofobia. Esta se refiere a las personas que tienen miedo o desagrado exagerado a la gordura propia o la de otros. 

Cada época de la humanidad ha tenido sus propios estereotipos, pero han sido principalmente las mujeres quienes se han visto en su mayoría juzgadas y perjudicadas con estas exigencias tanto estéticas como de comportamiento. 

Hace algunas semanas comenzó a viralizarse en Facebook un álbum  que contiene la sesión de fotos “Stay Fat and Wild” , protagonizada por la actriz Carolina Sánchez y la propia fotógrafa Paola de la Cruz (Mulük Fotografía). Ambas son mujeres que no cumplen con la principal exigencia estética que el sistema nos obliga a seguir para encajar, ser delgadas. Las mujeres con sobrepeso son menospreciadas por la sociedad en la que vivimos, algunas incluso han debido acostumbrarse a sufrir bullying y discriminación.

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Cuando Paola publicó la sesión de fotos, donde posan con lencería en una locación con un estilo selvático, inmediatamente se comenzó a gestar una discusión en torno a su aspecto físico y no centrado en la producción fotográfica. Los ataques virtuales a la autora han sido sumamente hostiles de manera tanto pública (en el muro) o privada (inbox). Hoy el álbum tiene 1613 reacciones, 1297 compartidos, 458 comentarios y sumando. Lo interesante es que los comentarios más ácidos y mal intencionados provienen de mujeres y hombres latinoamericanos que en su gran mayoría tampoco responden a los cánones estéticos básicos que exige esta sociedad enferma: ser blancos, altos y delgados. 

Conversamos con la fotógrafa para analizar un poco más el fenómeno de la “GORDOFOBIA” en Latinoamérica.

-Primero si me puedes contar cuál fue la motivación para realizar esta sesión de fotos. Un book, promocionar tu trabajo ¿Hay un factor ideológico?

Es un poco de todo, yo siempre armo mis sesiones de fotos, claro que promociono mi trabajo, pero también porque son mis proyectos personales. Estas fotos surgieron por idea de Carolina, que quería fotos y yo me ofrecí. Porque ya había trabajado con ella y es una genia, y porque sacarle fotos a alguien con un cuerpo como el de Caro, es algo que me re interesa mostrar, ya que tiene que ver con lo que quiero comunicar con la fotografía. Y acá es donde entra el factor ideológico, que claro que lo hay. Si bien aún me sigo formando como fotógrafa y sigo en la búsqueda de mi identidad como fotógrafa, yo creo que mi ideología siempre se ha visto bastante marcada en todas las fotografías que son parte de mis proyectos personales. He hecho trabajos con contenido político y en forma de protesta. Y luego de haber estudiado fotografía de moda y chocar tanto con el mundo de la moda y sus conceptos sobre la belleza, comencé a querer llevar mi fotografía por ese lado. No podía aceptar trabajar para marcas donde sabia que ni siquiera vendían tallas para mi, donde tenía que tener un ojo crítico para seleccionar modelos, saber que tenían que ser de una determinada manera, para después encima también tener que editar las fotos hasta que queden, como según ellos era “perfecta” pero para mí era algo horrible, muy alejado de mi realidad y de lo que quería mostrar. Ahí fue donde empecé a querer visibilizar otras cosas. Lo que no muestran, lo diferente, no solo quiero fotografiar otros tipo de cuerpos, si no que todo lo que sea en contra de la norma, también otros géneros (no binarios), otras sexualidades, otras formas de vida, que rompan un poco con la normalidad de lo que vemos cada día en medios de comunicación y invisibiliza tantas cosas.

-En la publicación que hiciste hay más de 400 comentarios, más de 1000 valoraciones y un montón más de compartidos. ¿Pensaste que tendría este impacto?

En este momento tiene 1613 reacciones, 1297 compartidos y 458 comentarios (en el álbum, sumando los de cada foto serian muchos más). Nunca pensé que tendría este alcance, para nada. Subí las fotos y al principio solo se movieron por mi círculo de conocidos, el mío y el de Caro, y como al tercer día de publicado llego el primer mensaje y después fue como una bola de nieve que va cayendo, haciéndose más y más grande. De un día para el otro me desperté y tenia cientos de comentarios, en mi inbox también, porque el álbum se fue compartiendo. Tango en grupos feministas para apoyarnos como en grupos machistas para criticarnos. Hubo como unos cuatro días que llegaban sin parar las notificaciones y ahora igual siguen llegando comentarios y mensajes de las fotos, pero esta más calmado ya por suerte.

-¿Qué opinas de los comentarios que abordan solamente los aspectos físicos?

La verdad me parece bastante desubicado. La gente todo el tiempo argumenta que yo hago fotos publicas y yo tengo que soportar cualquier tipo de comentario, pero me parece que están equivocados, que no es lo mismo hacer una opinión o una crítica respecto a una fotografía o el concepto de la misma, que ponerse a dar opiniones sobre la vida personal de quien salga en la foto. Encima con especulaciones, porque todo lo que decían lo decían sin saber nada. Lo decían asumiendo cosas sobre nosotras al solo vernos en una foto. Y no solo eso, también asumían que la sesión de fotos promovía la obesidad, la enfermedad. Cuando el objetivo es totalmente otra cosa.

Además la gente habla porque es gratis, y fácil en internet, son cosas que casi nadie te va a decir en la cara. Y tampoco se mide la gente, hay cada comentario que lo lees y no se puede creer, comentarios con un nivel de odio muy alto. Comentarios que son para herirnos y humillarnos. He tratado de no prestarle mucha atención a esto, pero fue muy difícil, al menos los primeros dos días, lograron afectarme mucho y estuve con mucha pena, porque nunca me había pasado algo así recibir tanto odio de tanta gente diferente que no conozco, y que todos comenten sobre mi y digan que “estoy enferma” y que “probablemente no puedo estar ni parada”. Tuve un momento en que respondí muchos mensajes, muy enojada, pero después decidí simplemente dejar de poner mi atención en ellos y enfocarme en los mensajes de apoyo (que son gran mayoría) Y en mis próximos proyectos.

-Se generó una interesante discusión justamente en torno a quienes opinaron sobre lo netamente físico. Hay quienes dicen que todo está perfecto y cuando alguien comenta la técnica fotográfica o cualquier cosa que no diga “esto es perfecto” atacan inmediatamente. ¿Estás de acuerdo con esto? ¿Crees que hay una discriminación positiva en todo el fenómeno que se convirtió la sesión?

Creo que esto tiene que ver con lo que dije antes, a la gente le encanta opinar por internet. Así como me sorprendí mucho de tantos comentarios negativos, también me sorprendió toda la gente que nos defendía. Y las peleas, o la gente que comentaba en todo momento a toda hora. Yo como dije antes, no me tomo a mal los comentarios y críticas respecto a mi técnica fotográfica, pero todo depende de cómo sea dicho, por ejemplo no es lo mismo un comentario que decía algo así como “creo que las fotos no están editadas de la mejor manera”, “las caras de la modelos se ven muy serias o algunas poses algo forzadas”, a que te digan “estas fotos son horribles, un celular toma mejores fotos”. Se nota a la legua un comentario que va desde la crítica, y cuando un comentario simplemente es de mala onda. Y hubo muchísimos comentarios cuyo único objetivo era hacer daño, insultar, humillar, por eso entiendo a toda la gente, que piensa como yo y no se aguantaba las ganas de responder y de defender la causa, es inevitable que mucha gente se sienta identificada con recibir insultos sobre tu cuerpo, que opinen de ti sin saber. Me parece normal que salten a defender ya que muchos tenemos esa herida abierta, por eso ya no queremos quedarnos callados frente a la injusticia y a la violencia de quienes creen que uno no tiene derecho a sentirse bien o amarse a si mismo siendo gordo o gorda. Les agradezco mucho a todos los que defendieron las fotos, pero, les diría que es una pérdida de tiempo, prefiero que nos concentremos en apoyarnos y cuidarnos.

– Es interesante que se haya convertido en este fenómeno y que aún veamos personas molestas por las imágenes, ya que si pensamos en otros países como EE.UU. este es un tema superado y se han abierto las barreras respecto del peso y los estereotipos sobre las mujeres. ¿Qué piensas de la sociedad chilena respecto de los estereotipos de género?

Pienso lo mismo respecto a Chile, Argentina o cualquier país de América Latina. Que nos falta muchísimo respecto a este tema, que hay demasiada discriminación por la condición física, que es una lucha muy poco visibilizada. Yo he viajado bastante, he vivido en Chile, Perú, Ecuador y Argentina claro, y es lo mismo en todos los países. Invisibilización total de cuerpos gordos, a menos que sea a modo de burla o fetiche. Discriminación en la calle. No conseguir tallas en ningún lugar masivo, y tener que acudir a tiendas independiente o especial o ferias (lo cual para mí no es problema, incluso es mejor, pero sé que muchas chicas sufren por no poder conseguir ropa en un Mall). Cuando como dices tú, en Norte América o Europa todas las grandes marcas tienen todos los talles. Igualmente ya me siento como una desertora del mundo de la moda. Me siento incómoda con el tipo de mujer que muestra el mundo de la moda generalmente. Blanca, flaca, heterosexual, depilada, exitosa. Aún cuando muestran a las modelos “plus size” o “XL” siguen esta norma, y la verdad todo eso no me representa sea con una modelo “normal” o sea una plus.

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