¿Te acuerdas de los dibujos que hacías cuando eras niña? Es posible que hayan sido figuras extrañas, sin mucha coherencia, pero mágicas a su manera.
Si tienes ese sentido del arte corriendo por tus venas, vas a querer plasmarlo donde sea y cuando sea, independiente de la edad que tengas. Mira el trabajo de Silvia Trappa: tiene una inocencia única, pero está hecho con la expertiz que se obtiene a través de los años
Sus esculturas capturan lo mejor de la infancia, nos transportan a esos momentos en que sólo teníamos que preocuparnos de ser felices. ¿Por qué no podemos conformarnos con lo simple? Sí podemos, sólo hay que intentarlo.
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Esta escultora italiana logra crear expresiones. A través de las posturas corporales, podemos adivinar la edad o incluso, los pensamientos que pasan por la cabeza de esa niña o niño que está detrás de la obra. Nos recuerdan a nosotras mismas.
Ella también representa a la joven que no es niña, pero tampoco adulta. Esa etapa un poco extraña en que no sabemos cómo encajar, cómo actuar, y que se hace complicado sobre todo si eres mujer.
¿Quién soy? ¿Cuándo lo sabré?