Hace algunas décadas, que una mujer declarara que no quería tener hijos era casi una condena social. Primero, se cuestionaba el por qué, se buscaba razones para justificarlo y era esperable que los demás la catalogaran de “egoísta” o “inmoral”.
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Pero, si podemos decidir (ahora) y la respuesta es no, ¿qué tiene que ver la moral en todo esto? Según un estudio publicado en Sex Roles: A Journal of Research, a pesar de que la mentalidad ha cambiado con los años, mucha gente aún piensa que tener hijos es un requisito para ser visto como una persona con moral.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores de la Indiana University-Purdue University contaron con la ayuda de 204 estudiantes de psicología. Ellos tenían que leer un texto sobre adultos casados, y a partir de eso, señalaron lo que sentían al respecto.
Evaluaron su percepción y declararon que había dos cosas que los hacían cambiar su visión sobre qué tan satisfecha se sentía cada persona sicológicamente: el género y la elección de tener hijos o no.
Las mujeres y hombres que no querían tener hijos eran percibidos como personas menos realizadas, en comparación con los que sí tenían o querían tenerlos.
Este estudio es interesante porque nos permite entender por qué la sociedad aún mira con desdén o estigmatiza a aquellas personas que renuncian voluntariamente a la posibilidad de ser padres o madres.
Es como una norma cultural que muy pocas personas se atreven a romper, a pesar de que haya padres y madres que se arrepienten de la maternidad o paternidad, este hecho no se reconoce, porque “es mal visto”, es casi como un crimen a la moralidad, a “lo que se espera” de una persona “correcta”.
Aún se mantienen muchos estereotipos, y no sólo en torno a eso, sino que al matrimonio, a la posibilidad de que personas homosexuales adopten, a las madres o padres solteros.
La sociedad quiere ignorar los cambios, y lo hace ateniéndose a “la moral”, concepto que cada vez se hace más confuso. ¿Es más moral reconocer abiertamente que no quieres tener hijos, o tenerlos y criarlos sólo para cumplir con las normas de la sociedad?
No puede existir universalidad si todos somos diferentes y reconocer que no quieres ser madre, provocará que los demás se sorprendan, que piensen que algo anda mal contigo, cuando en realidad, es una decisión personal.