Monami Frost tiene 21 años y fue madre a los 15, y es una chica que, tiene su propia línea de ropa, es vegana y habla de su estilo de vida, sus looks y tutoriales de maquillaje en su canal de YouTube.
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“Cuando supe que estaba embarazada tuve un ataque de pánico, no podía entender lo que estaba pasando. Estaba abrumada”, cuenta Monami en su video, pero después de que nace Gabrielle, las cosas fueron calmándose y relata que para ella todo fue muy natural. “Mi mamá y mi familia fueron de mucho apoyo. Si mantienes una mente positiva todo saldrá bien”, agrega, pese a que está consciente de que no siempre sucede así con las madres adolescentes.
“Me fue mejor en la escuela que antes de tener a Gabrielle”, dice. Además, ella cuenta que no fue fácil: su pequeña pasó por operaciones y su familia por problemas económicos, teniendo que mudarse de Latvia, su país de origen, a Inglaterra.
No obstante, ella dice que su vida no sería la misma sin su hija, que es lo mejor que pudo pasarle y cree estar haciendo un buen trabajo como madre. Además, habla de los prejuicios que tiene la gente contra la gente con tatuajes.
“Ser madre adolescente y tatuada atrae mucho el ser juzgada por parte de otros. Ellos no saben lo que están hablando. No te conocen, no saben quién eres, esos juicios no son válidos. Yo me pregunto si se darán cuenta de que hay malas madres que ni siquiera tienen tatuajes. La gente feliz no juzga a otros”
Además, ella aconseja abrazar cada momento de la vida de forma positiva, pues los pensamientos negativos son inútiles. “Amo ser una madre adolescente. Fue fácil y difícil en algunas formas. Pero cada momento vale la pena. Solo quiero proteger a mi hija y cuidarla”, dice., y agrega que no hay un momento indicado para ser madre y que todos sus sueños hoy en día son con la pequeña Gabrielle.