Espectáculos

Lo que aprendí de internet gracias a Megan Boyle

Conversé con Megan Boyle sobre su libro “Cómo darle sentido a una vida que no tiene sentido”.

El 25 de mayo conocí a Megan Boyle en persona. Fui al lanzamiento de su libro “Cómo darle sentido a una vida que no tiene sentido”, traducido por Los Libros de La Mujer Rota y traída gracias al dinero juntado en un crowdfunding llevado a cabo por la misma editorial.

El evento se llevó a cabo en un pequeño centro de arte (o algo así) donde todos cabíamos apenas. Me senté en el suelo justo en un lugar por donde pasaba mucha gente. Se me acalambraron las piernas. Me encontré con gente que no sé si estaba feliz de verme.

Megan, presentada, entrevistada y reflexionada a través de Mariela Siri y Mike Wilson, leyó “Cosas que dan más cuco para hacer en un parque de perros” frente a todos los asistentes. Su español, por supuesto, se estancaba y desarticulaba, como una niña pequeña que recién aprende a leer. Siguió recitando hasta el final, incluso cuando actualmente no quiere saber mucho de esa época de su vida o se demorara más de la cuenta. Todos aplaudimos al final.

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Luego del vino y de las conversaciones, me acerqué a ella para saludarla. Teníamos que acordar qué día nos juntaríamos. Megan, un poco confundida, me dijo que lo pensaría. No sé si estaba tan emocionada que iba a explotar o simplemente no entendía lo que estaba pasando. Me dijo que le gustaba mi chaleco, uno que tiene muñecos de nieve.

Dos días después, fuimos a un bar donde tuve que buscar cómo se decía espárragos o palmitos en inglés mientras la entrevistaba. Era primera vez que hablaba en inglés tanto rato con alguien.

-¿Estás aprendiendo español?

Sí, sí, estoy tratando.

-No es un idioma fácil.

Es más intuitivo que el inglés, me está haciendo pensar: “Oh, el inglés tiene cosas algo absurdas”.

-¿Cómo ha sido tu semana acá?

¡Abrumadora! (ríe).

-¿Por qué?

No había viajado en como tres años, y nunca a un país extranjero sola.

-¿No habías estado acá antes?

No, nunca. Fui a Argentina el 2013 con un novio, pero fue un viaje más de pareja.

-¿Pero abrumador? ¿Es así de terrible este país?

No, no (ríe).

-En Chile tenemos varios problemas…

Son muy similares a los de Estados Unidos. Pero siento que quiero vivir aquí, es muy fácil moverse, tomar el metro, es muy limpio, solo me perdí una vez y no fue tan complicado. No sé, parece genial.

-¿Cómo te sentiste en el lanzamiento de tu libro? Te vi un poco confundida, había mucha gente.

Aprendí mucho de ellos (la editorial) solo estando acá. Hay un montón de pasión e integridad en lo que hacen, puedo notarlo, y esa es la parte abrumadora. No conozco a nadie en Estados Unidos que sea así de dedicado. Eso es lo que me encanta sobre esto, como: “Oh, nos importa, queremos cambiar el mundo y tener voces”. Fue abrumador, de una forma muy positiva. No sabía que Mike y Mariela me iban a entrevistar, creí que iban a leer algo propio de ellos y no que iban a hablar sobre mí, o que leerían algo relacionado.

Internet

-Hay algunas cosas que me llamaron la atención de tu libro ¿Cuál es tu relación con internet? Pienso que es compleja, pero todos tenemos una relación compleja con internet.

Sí. Lo es. Tengo internet desde que tengo unos 11 años, crecí con ella y siempre puse una parte de mí misma ahí. Antes tenía diarios y libretas de papel, y siempre escribí, solo por diversión, entonces no se sintió tan separado de la vida real cómo usaba internet. Y nunca pensé que el internet fuera algo realmente separado de la realidad, como la socialización humana, nunca lo pensé racionalmente en el pasado. Es realmente diferente, pero me di cuenta hace unos cuatro años atrás: las personas actúan diferente en internet. Escribir ha sido una parte de mi carrera, y sería muy diferente todo sin internet.

-Gracias al internet estás aquí.

Sí.

-Mucha gente se ha ido en una cruzada contra internet, que está destruyendo nuestras vidas y cosas así

Siento que es algo cierto, he estado en fiestas y cosas e incluso en relaciones donde la gente constantemente mira el celular. Quiero decir, siendo más realista y menos condenadora, es una totalmente nueva forma de la gente para interactuar que no hemos explorado aún, y por supuesto que estaremos interesados, y también seremos muy torpes mientras tratamos de navegar y al pensar cómo nos ponemos a nosotros mismos ahí. Pienso que el único problema es que la gente en internet es muy indulgente con las cosas, pero al mismo tiempo muy conectados con ellas. Espero que esto se equilibre o se arregle, a ser solo más indulgentes, supongo.

-Con el título de tu libro, yo (quizás) pensaba encontrar alguna respuesta, y terminé leyendo historias cotidianas ¿Estabas tratando de decir que quizá el sentido de la vida es a través de esas cosas?

En el momento que escribí la mayoría de los textos del libro estaba sumida en un existencialismo donde pensaba que sí, y ya no estoy tan de acuerdo. Pienso que la vida en sí tiene significado, como despertar y pensar en ti mismo, en el mundo. La vida en sí es significativa, pero en ese momento asumía que la vida no tenía sentido y discutía sobre esa falta de significado, pero ya no me siento así, pero aún no he escrito nada al respecto.

-Mientras leía, sentí que estaba nadando en un mar de cosas absurdas, a veces con un toque de humor y con una sensación de incomodidad a raíz de las cosas que escribías, pero te hace pensar en el significado de las cosas, es como un efecto.

Me alegro de que lo hayas entendido. Sé que mi sentido del humor es bastante absurdo. Soy hija única y pasaba un montón de tiempo sola, entreteniéndome a mí misma. Pienso que a propósito puse muchas de las cosas absurdas en el libro, escribí mis columnas en Vice porque pensé que era una plataforma genial para decir “Ok, puedo decir todo lo que quiera ¿por qué no puedo escribir algo que haga a la gente decir ‘¿AH? ¿Qué?’?”. Mi meta con mis cosas chistosas, además de ser divertida, es hacer a la gente pensar de una nueva forma, porque pienso que la gente es muy cuadrada. Siempre me preguntaba ¿Qué es lo más raro que puedo decir? como una especie de truco.

-Hay gente que aquí es realmente cerrada de mente ¿Piensas que es una pérdida de tiempo incomodarlos?

Oh no, pienso que ellos lo necesitan más que nadie. Porque están estancados. No puedes hacer que alguien cambie de idea, y ese tampoco es mi objetivo. Pero sí, pienso que mientras más molesto, estás más cerca de salir, pero mi misión no es cambiar a otra gente. Si fuera esa mi misión, no funcionaría.

-Hay otros en internet tratando de cambiar el mundo. Gente de mi generación, en especial mujeres, pelean mucho con hombres. Pero a mí me cansa mucho. Pero tal vez es mejor leer cosas y sentirse incómodo, es una forma diferente de ver el humor.

Sí, pienso que por ejemplo, hacer algo nuevo es mejor en vez de empezar una conversación que ya está ‘resuelta’, como gente peleando, internet está lleno de eso, es muy reaccionario. Y pienso que todos saben que no tiene sentido y es estúpido: ese tipo de cosas no cambian nada, son solo comentarios.

-¿Te has enfrentado a comentarios así?

No está en el libro, pero escribí en Vice un texto llamado ¿Qué le pasa a la cara de Nicholas Cage?. Y creo que tuvo la mayor repercusión, unas 3000 personas lo leyeron, más que todo lo que había hecho antes. Y tenía demasiados comentarios negativos: “¿Cómo puedes decir eso?”, “Eres una zorra”. Y pienso que antes, cuando publicaba estas cosas, era más susceptible a ese tipo de comentarios. Quería responder o defenderme, pero dejó de molestarme rápidamente, porque no significan nada.

-Me llamó la atención que empezaras a escribir un libro de historias de Ciencia Ficción, algo nada que ver con lo que has hecho antes. Me sorprendí mucho y me hice muchas preguntas a mí misma ¿Qué? ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Por qué?

Siempre he leído Ciencia Ficción, como Dune. Creo que Kurt Vonnegut y George Saunders son el tipo de Ciencia Ficción que me gusta escribir. Como una persona, a la que le llega una caja donde pueden ver todas las potenciales vidas que pudieron tener. Como una caja mágica.

-A ti te gusta poner a la gente en situaciones.

Sí.

-¿Cómo llegaste a escribir de perros y parques a esto? Tal vez están más cerca de lo que pienso.

Hay una especie de conexión entre lo raro y preguntarte a ti mismo las preguntas: ¿Qué más es posible? ¿Qué más puedo hacer? ¿Qué más puedo pensar? ¿Qué es más raro que el cuento de los perros en el parque? Hay una especie de algoritmo o mecanismo donde pienso algo raro y luego pienso algo más raro que eso.

-Como empujando tus límites.
Sí. Y creo que la Ciencia Ficcion tiene la idea tras eso, para empezar. Y creo que poner tantas cosas personales afuera, me cansé demasiado de mí misma por un rato, me aburrí. Mientras estaba en el lanzamiento pensaba que no podía leer algo así ahora: “Solo cállate, Megan”. Desde más o menos el año 2013/2014 que empecé de nuevo y dejé esto atrás. Y siempre estuve interesada en escribir Ciencia Ficción. Pero aún no publico nada.

Conocerse a uno mismo

-Mientras te leía, pensaba: “Ella sí se conoce a sí misma, ella piensa en sí misma mucho”, y entiendo que estés aburrida de ti porque lo hiciste mucho tiempo. Te conoces mucho más de lo que la gente se conoce a sí misma ¿Piensas que es importante?

Pienso que no necesariamente…

-Esa fue una pregunta profunda, perdón.

¡Está bien! (Risas). Hay una forma de conocerte a ti mismo en la que efectivamente te puedes cansar, porque es engañoso. De la forma que lo veo, creí que alcancé el límite de cuánto me conozco a mí misma, creí que lo sabía todo, y esa es la parte peligrosa porque en realidad no es así. Y pensé: “Ok, sé todo sobre mí misma”, y eso te deja algo indefenso, me deprimí mucho pensándolo. No quería hacer nada más. Así que creo que siempre hay cosas que descubrir, siempre.

-Pero ¿Te das cuenta que la mayoría de la gente se deprime por todo lo contrario?

Sí, eso es cierto. Lo olvido.

-Yo me deprimí porque no me conocía a mí misma.

¿Cómo te sentías?

Acá recuerdo que ahora Megan ahora está estudiando psicología. A ratos, me cuesta mucho dejar de contarle cosas mías a ella para poder hacerle todas las preguntas que, por algún motivo, le necesitaba hacer. Me había devorado su libro en unas horas y pensé demasiado. A veces pienso demasiado. Quizás no sea tan bueno. O tal vez es una buena señal.

-Sentía que no podía pensar en nada. Cuando estaba en mi último año de universidad, estaba trabajando, salía con alguien, tenía a mis amigos, iba a fiestas y a veces trabajaba los fines de semana. Cuando llegaba a mi casa, me sentaba en mi cama y miraba el techo y no podía pensar. No podía pensar en nada. Me sentía incómoda con mi vida pero no lo sabía, y pensaba: “Tengo que ducharme”, me duchaba, iba a otro lugar. Hacía cosas para dejar de pensar, para no pensar. Y pienso que es lo peor que me podía hacer. La mayoría de la gente no hace este ejercicio ¿Cómo lo hiciste tú?

Esto es algo que yo hago desde que soy una niña, creo. No puedo explicar por qué o cómo. O sea, supongo que el hecho de no calzar en la escuela, me hacía pensar: “Lo que hago es algo que no todos hacen”. No creo que se les haga fácil, porque para nadie lo es, pero creo que alguna gente puede sentirse realmente mal, tienen amigos pero se están sintiendo realmente un desastre o vacíos y no saben por qué. Pero yo solía pensar: “Oh, todos los que tienen amigos son más felices”. Pienso que está la idea de que las diferencias te hacen pensar en ti, o tal vez solo de compararte con otro momento de tu vida donde estabas más feliz, ocupado, y tal vez ese sentimiento de traerte de distraerte y pensar “Oh, me sentía diferente en otro momento de mi vida”. Creo que es una puerta al punto de reflexión.

-Hay gente que sabe que es diferente, y solo sigue su vida.

Y eso está bien, supongo. Bien por ellos. Jajaja.

-La cosa es que no todos hacen lo que haces tú.

Sería bueno que todos lo hiciera. Creo que seríamos mejores personas si pensáramos en estas cosas ¿Eras así cuando niña?

-Sí, era muy introvertida y pensaba mucho en las cosas, en los momentos. También pensaba mucho en cómo calzar, porque no me llevaba bien con mis compañeras.

Ser extrovertido es un valor en la sociedad.

-Sí, y me di cuenta hace como cuatro o cinco años que ser introvertido no era algo malo, solo era algo. Ni bueno ni malo. Pero fue muy difícil llegar a esa conclusión.

Totalmente. La gente piensa que hay una cosa o la otra. Me recuerdo pensando también: “Hay algo malo en mí, porque no soy como los demás”. Incluso la gente mega extrovertida tiene estos rasgos, y eso es algo muy que la sociedad o lo que sea quiere. Es más fácil pensar las cosas en blanco y negro. Hay algo sobre estar tan cansado de ti mismo, escribir, pensar, reflexionar que se ve como algo egoísta. La gente lo lee y lo critica como “Oh ¿Qué es esta mierda narcisista?”, pero sí, es su punto, yo no estoy tratando de ponerme o venderme como si fuera todo lo que tengo.

-Y lo dejaste ahí por una razón.

Sí, sí, no es toda mi realidad. Es una pequeña fase. Pero la gente tiene reacciones bastante fuertes, y piensan que es un desperdicio leer o pensar cosas así: “Si quisiera algo así, leería mi diario de vida” ¿Por qué no simplemente lo haces? ¿Por qué me estás comentando?

-Claro “¿Por qué estás leyendo esto?”
Y pienso que es porque ellos sienten que quieren hacerlo, cuando alguien tiene una reacción así, se dieron cuenta de algo de sí mismos, porque no pueden sacar esa parte de ellos mismos. Yo creo que igual hay algo raro en compartir mucho sobre ti mismo.

-Es una cosa conocerte a ti mismo, y otra hacer un blog o un libro. Y pusiste fotos, nudes, y mucho material más. Por supuesto que quizás podías guardarlo para ti, pero hiciste la diferencia en mostrarlo ¿Por qué?

Porque quería estar bien con esa parte de mí misma. Y pienso que está bien sentirse tranquilo con esas partes incómodas de ti. Como la nude: claro, no es el mejor momento de mi vida pero no quería esconderme. Me estaba desafiando a mí misma.

-¿Es algo que te haya avergonzando?

Por unos segundos, lo más significativo para mí era el experimento, como mostrarme con esa incomodidad. Es una forma de mostrarme a mí misma que ese sentimiento no era permanente, es una forma de perdonarte a ti misma, de mostrarte compasión.

-Estoy 100% segura de que todas las personas en el mundo sienten lo mismo que tú, pero nadie lo escribe ni lo admite públicamente. Creo que está bien decirlo, y ser positivo contigo mismo, pero tal vez la forma más correcta es sabiendo que algunas veces te vas a ver mal.

Claro, creo que es la forma más realista de pensarlo. Tengo una relación rara con eso, pero siento que nadie me ha dicho cómo llegar a ese lugar de confianza, y creo que la forma es aceptar tus fallas, no es llegar y decir: “¡Soy hermosa, soy perfecta!”.

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