Lamentablemente las mujeres no podemos hacer nuestro trabajo tranquilas, porque además de ser cuestionadas, mansplaineadas, también somos acosadas.
La periodista Andrea Closa denunció en su Facebook una situación inaceptable: mientras el periodista Jimmy Pulido transmitía en vivo para el medio peruano El Líbero, fue enfocada en reiteradas ocasiones de espaldas y haciéndole zoom a su trasero a pedido de quienes comentaban la transmisión.
La reportera acusó que “hablé con él y me dijo que no fue su intención, que no se dio cuenta, que se reía de chistes que colegas hacían y que no podía grabar de otro lado porque no llegaba el wifi“.
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El Líbero despidió a Pulido y le pidieron disculpas a la afectada, no obstante, la publicación original de Andrea fue eliminada por ser considerada “ofensiva”, es decir, alguien (o más de alguien) denunció su post en Facebook.
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No conforme con ello, han ido apareciendo nuevos tuits y material que demuestra que ser mujer y dedicarse al periodismo deportivo no solo es una pasión: también es exponerse al constante acoso y ofensas de quienes consumen este tipo de medios. El periodismo deportivo femenino parece no ser tomado en serio, provocando este tipo de reacciones:
¿Hasta cuándo no podremos hacer nuestro trabajo en paz? ¿Por qué los medios deportivos buscan prácticamente modelos para validar y mantener un lenguaje machista a través de sus reporteras? ¿Por qué no podemos simplemente reportear sin el miedo a que otro esté grabándonos sin nuestro consentimiento?
Basta ya de periodistas acosando a periodistas.
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