Todas sabemos que si nos desvelamos, —ya sea por ir a una fiesta, trabajar o porque el insomnio nos ataca—, nos afecta a nuestra salud, ya que estamos somnolientas todo el día, no nos concentramos en lo que hacemos y por si fuera poco nuestro rendimiento es muy malo.
Pero esta falta de descanso también se ve reflejada en nuestra cara, afectando nuestras facciones indiscutiblemente.
Un pequeño estudio en la revista Sleep muestra que la falta de sueño se hace evidente en la cara, pues los ojos se ven más rojos y más hinchados, aparecen ojeras, se pronuncian más las arrugas y los párpados parecen cerrarse con facilidad.
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“La cara de una persona contiene una gran cantidad de información, la cual es la que dicta cómo será la interacción con los demás, por ejemplo una persona que se nota fatigada puede estar irritada y sensible, lo cual afectará su comportamiento en el trabajo y con sus compañeros”, asegura la autora del estudio, Tina Sundelin, estudiante de doctorado en el departamento de psicología en la Universidad de Estocolmo en Suecia.
La investigación se basó en las fotografías de 10 personas, a quienes se les fotografió a las 2:30 pm, después de ocho horas de sueño y se les fotografió de nuevo luego de pasar 31 horas sin dormir.
Posteriormente las imágenes fueron mostradas a 40 participantes, quienes las clasificaron en función de la fatiga, la tristeza y expresiones faciales.
La clasificación facial, de acuerdo con los participantes, fue la siguiente: a los desvelados se les notaban más las ojeras, su piel era visiblemente más pálida y la comisura de sus labios lucía caída; además parecían más tristes porque se veían cansados.
Recientemente, un estudio encargado por Estée Lauder mostró que la privación del sueño puede hacer que la piel envejezca más rápido, así como la reducción en su capacidad de recuperarse a la exposición al sol.