Varios estudios revelan las causas detrás del abandono de las mujeres por parte de sus esposos cuando son diagnosticadas con enfermedades graves.
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Las mujeres son seis veces más propensas a ser abandonadas cuando enferman, ¿por qué?
Es un hecho preocupante: las mujeres son seis veces más propensas a ser abandonadas cuando se enfrentan a enfermedades graves como el cáncer o la esclerosis múltiple. Según un informe publicado en el sitio web National Library Of Medicine, la salud se ha convertido en un factor determinante para la disolución del matrimonio en las etapas posteriores de la vida.
Un análisis realizado por Reuters confirma hallazgos previos que señalan una tasa de divorcio o separación del 11,6 por ciento en pacientes con cáncer, similar a la de la población en general. Sin embargo, este porcentaje aumenta al 20,8 por ciento cuando la mujer está enferma, en contraste con el 2,9 por ciento cuando es el hombre quien padece la enfermedad.
Entre las explicaciones más comunes para estos sucesos se encuentra la falta de habilidades de cuidado por parte de los hombres, ya que normalmente son las mujeres quienes asumen el rol de cuidadoras en la pareja. En este sentido, los hombres no están acostumbrados a brindar el apoyo emocional necesario, algo fundamental para las personas que enfrentan enfermedades graves.
Es crucial reflexionar sobre estos acontecimientos, ya que una enfermedad que pone en peligro la vida genera estrés y puede llevar al divorcio, lo que afecta el tratamiento, la calidad de vida de la mujer y su supervivencia.
En un mundo donde la igualdad de género y el apoyo mutuo son fundamentales, resulta imperativo abordar estos patrones de abandono y trabajar hacia una sociedad que brinde el apoyo necesario a las mujeres que atraviesan enfermedades graves. El abandono en momentos de vulnerabilidad no solo impacta a nivel emocional, sino que también compromete la efectividad del tratamiento y el bienestar general de las pacientes.
Es necesario fomentar la conciencia y el cambio a nivel individual y colectivo, para que las parejas puedan enfrentar juntas los desafíos de la enfermedad, fortaleciendo así los lazos y asegurando un apoyo mutuo fundamental en los momentos más difíciles de la vida.
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