Los gatos son sagrados en el Islam: el origen de la ‘maldición’ que eliminó vergonzosamente a Brasil

Las historias y las culturas tienen una ley no escrita, pero infalible: no te metas con los gatos. Y la ‘maldición’ de uno de ellos fue lo que eliminó vergonzosamente a Brasil en el Mundial de Qatar 2022.

Esto tiene una explicación, al menos sagrada en un país musulmán: el gato es un animal importantísimo para el Islam. De hecho, se cuenta que era el animal favorito del profeta Mahoma. Es tan poderoso el felino, que en varias culturas, como la egipcia, era adorado como deidad. Sin contar que en otras culturas, como la china, es un animal perteneciente a su zodíaco.

De ahí que muchos consideren que irrespetar a un símbolo que incluso fue considerado “pagano” por los cristianos y por esto demonizado, haya sido la causa de la eliminación de Brasil.

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El profeta Mahoma, fundador de la religión Islámica, dijo que eran animales puros y que merecían entrar al Paraíso. Los califas que le siguieron y sus esposas también fomentaron su crianza y cuidado. Hay que acotar también que en esta religión no se tolera el maltrato animal de ninguna forma.

Ahora, les cayó el veinte porque se maltrató a uno de ellos, justo por parte de la selección brasileña. Esto al su jefe de prensa, Vinicius Jr., tomar a un gatito de la mesa de forma violenta y echarlo hacia abajo. La gente se indignó por el trato y muchos, quienes consideran a este animal como símbolo de buena suerte, comenzaron a decir que este gato los maldeciría. Y fue así: Croacia les ganó en ronda de penales 4-2.

El mito de los gatos y la peste bubónica

Ahora, los gatos tienen su leyenda negra desde que los cristianos, como se dijo, lo asociaron con Satanás. Y hubo un papa, según dice el mito, que se lo tomó tanto en serio, Gregorio IX, que en una bula en donde los asoció con ellos. De ahí, a que casi se extinguiera este animal en Europa.

Debido a que se eliminó al cazador natural de las ratas, hubo superpoblación de estas. Y las que llegaron en los barcos de oriente, más las que comenzaban a superpoblar las ciudades europeas, contribuyeron a que se propagaran las pulgas que causaron la peste bubónica, o la famosa “Peste Negra”.

Esta mató a la tercera parte de la población mundial en la Edad Media, cambiando el orden social y la historia para siempre.