Colombia

Con Valentina Trespalacios se hará justicia, pero colombianos no la dejarán de humillar por su feminicidio

John Poulos confesó haber matado a la DJ cuando tenían relaciones sexuales. Aún con el fallo, hay gente que no deja de revictimizarla.

Valentina Trespalacios no merece ser culpada por su propia muerte
Valentina Trespalacios no merece ser culpada por su propia muerte

Para el año pasado, se registraba el espantoso feminicidio de Valentina Trespalacios: su pareja, el estadounidense John Poulos, la ahorcó y la metió en una maleta. Al ser este capturado, dio gala de su cinismo y negó haber cometido el crimen, hasta que por fin confesó. Dijo que “la amaba”, como toda justificante, y dijo que “cometió un error” al meterla en la maleta y tratar de huir.

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Solamente se espera ver cuál es la condena que le darán al extranjero (podrían ser hasta 50 años de cárcel) ahora que ha confesado su feminicidio.

Pero hay algo que no va a cambiar: como Valentina no fue del todo honesta con Poulos y consumía drogas, va a seguir siendo revictimizada. “Estafadora, drogadicta” y que ella misma se lo buscó.

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Hasta hubo un comediante, nada gracioso, horrendo por fuera y por dentro, que se atrevió a burlarse de su asesinato.

Valentina Trespalacios no se buscó su propia muerte: por fin justicia en un país donde reina la impunidad

No, Valentina Trespalacios “no se buscó” absolutamente nada, porque el hecho de existir para los machistas que pululan en este país ya es motivo de incluso, sí, asesinato.

En Colombia reina el complejo de virgen/puta: hasta para ser víctimas hay que ser perfectas, no respirar, no ser humanas, no pelear, ser unas santas (que aún así engañan y matan).

Es por eso que cuando una mujer como Valentina siendo una DJ, teniendo una pareja y sí, como toda mujer soltera, disfrutar de una libertad que jamás se les ha cuestionado a los hombres, entonces ella se “buscó que la mataran por buscar un pene”.

Y es lamentable, porque si bien hay mujeres que juran que el feminismo es innecesario y por eso pueden trabajar y ser como son (ignorando las luchas de quienes incluso se tiraron hacia los caballos para conseguirlo), parece ser que un porcentaje de caballeros en Colombia no entiende que hay mujeres, también en incremento, que ya no tolerarán más su machismo y violencia internalizada.

Y menos cuando se trata de justificar lo que nos han hecho de manera repetida y nos siguen haciendo.

Si más se tapan los oídos, más se van a incomodar

Y también, como es predecible, hay hombres que reaccionan con furia cuando se les señala todo esto. Cuando se les dice lo que son. Cuando tratan de decir que no todos, sí, no todos, pero entonces, si tú no haces las cosas que ya están tipificadas, ¿por qué sales a excusar a los que sí lo han hecho y siguen haciendo cosas como abuso simbólico y físico?

Claro, esto no lo entienden muchos hombres en el caso de Valentina, cuyo esquema es tan básico que sigue girando en torno a ellos: por “bonita” entonces es mala, por “bonita”, entonces fue “buscona”, por “bonita la mataron” y por bonita hay que revictimizarla. Si fuera fea para sus estándares, qué sorpresa y qué honor tendría incluso el ser abusada o “mirada por un hombre”, porque de esto depende su valor.

Y así hay una sarta de comentarios lamentables que indican cuán poca cosa son algunos hombres para valorar a las mujeres de su entorno, para ver que hay algo más diferente a una puta y a una santa. Y en el caso de Valentina Trespalacios y las que espero no sigan, pero sé que seguirán, será lo mismo.

Siendo así, ¿hasta cuándo un poco de empatía, al menos si no hay razón?

Sea cual sea el fallo que viene ahora contra John Poulos, Valentina Trespalacios seguirá siendo humillada hasta que las mujeres sigan luchando para que su memoria y su vida tengan la dignidad que muchos hombres en Colombia le quitaron luego de que su pareja la matara por causas atroces.

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