Ana Elisa llegaba al trabajo y su compañera Mariana siempre estaba pendiente de lo que hacía o dejaba de hacer. Si salía a tomarse un café con otras compañeras, ella quería estar; o simplemente cuando buscaban tema de conversación entre ambas, Mariana siempre la apabullaba con sus problemas.
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En los últimos días, Ana Elisa se sentía desconcertada y exhausta después de interactuar con Mariana, incluso por momentos se quedaba sin fuerzas, sin energía, con dolor de cabeza o de estómago, igual que cuando comes algo en mal estado.
A estas personas que son capaces de producir este tipo de síntomas se les llama “vampiros energéticos”.
Qué es un “vampiro energético”
El término sin raíces en la psicología formal ganó popularidad al describir coloquialmente a aquellos individuos que, consciente o inconscientemente, absorben la energía de los demás para satisfacer sus propias necesidades.
Según el portal Mens Health, la ginecóloga Christiane Northrup, fue quien descubrió, a través de sus pacientes, cómo a veces se producen “fugas de energía” de nuestro cuerpo y esas fugas tienen que ver con las personas que tenemos alrededor.
Northrup destaca que los “vampiros energéticos”, son las personas causantes de estas pérdidas de energía con las que nos podemos encontrar en el trabajo o en nuestra vida personal y desarrolló una investigación cuyo resultados están en su libro ‘Cómo evitar a los vampiros energéticos: una guía para deshacerte de las relaciones que te consumen y recuperar el poder y la salud’.
En las conclusiones de este libro, la doctora enfatiza que la mayoría de las personas que son víctimas de los “vampiros energéticos” son compasivas y cariñosas, se preocupan mucho por quienes las rodean. Son lo que habitualmente se dice “empáticas”, pero los vampiros son todo lo contrario. Se acercan a estas personas pero ellos son incapaces de hacer lo mismo, obtienen todo lo bueno de ellas sin darles absolutamente nada a cambio.
Estas personas tóxicas pueden manifestarse de diversas maneras: como el amigo que siempre se queja, el familiar que nunca está satisfecho, o el compañero de trabajo que constantemente buscan atención. A menudo, no nos damos cuenta del impacto negativo que tienen en nuestra vida hasta que es demasiado tarde.
Señales de que eres víctima de un “vampiro energético”
La clave para protegerse de estas influencias negativas es la detección temprana.
Al estar atentos a ciertas señales y comportamientos, podemos identificar a las personas que podrían estar afectando nuestro crecimiento personal y emocional.
Hay elementos precisos que caracterizan a los “vampiros energéticos”, entre ellas están:
- Son narcisistas.
- Si las cosas no van como ellos quieren, se vuelven fríos y distantes.
- Consiguen ganarse tu confianza y así entrar en tu vida. Esa intimidad que crean contigo, les permitirá conocerte y será lo que usarán para mantenerte controlado.
- La autocompasión es su marca. Se quejan todo el tiempo de sus circunstancias en lugar de trabajar para cambiar la situación y así captan la atención de los demás.
- Son manipuladores y controladores. Suelen menospreciar a los que los rodean e invalidar sus sentimientos.
- Suelen acaparar conversaciones, hablando todo el rato de sí mismos.
- Exageran situaciones intrascendentes.
Cómo identificarlos
Si tienes a tu lado a una personas así, tranquila porque existen mecanismos para alejarte de ellos y retomar tu buena energía ¿Cómo?
- Evalúa tus relaciones y piensa si benefician a los dos o solo a una de las partes. Cuando tienes problemas, ¿esa persona te ayuda o gira la conversación para terminar hablando de sus problemas o preocupaciones?
- Tómate un momento para pensar cómo te sientes realmente junto a esa persona. ¿Estás cansado habitualmente, te falta energía? ¿Cómo te quedas después de haber estado con él o ella?
Tu bienestar es más importante
El director del Instituto de Bienestar Socioemocional (IBEM) UDD, Jaime Silva, habló con el diario La Tercera y precisó 3 recomendaciones para proteger tu bienestar y la salud mental de los “vampiros energéticos”, así que es necesario:
- Fortalecer la autoestima: Esto no solo te permitirá proteger tus propias necesidades, sino que también actuar como un escudo contra posibles interferencias de “vampiros energéticos”.
- Promover el autoconocimiento: Si no sabes lo que necesitas, ¿Cómo puedes expresarlo en una relación? Identificar tus intereses y disgustos no solo podrá mejorar tu relación contigo, sino que también enriquecer tus interacciones con los demás.
- Cultivar la empatía: aunque es vital resguardar tus emociones, vivir constantemente preocupado por posibles “vampiros energéticos” no es sostenible. Silva sugiere equilibrar esta precaución con empatía, identificando cuándo las necesidades de los demás son razonables. Establecer esta combinación, junto con una autoestima fuerte y autoconocimiento, será clave para lograr relaciones equilibradas.