Hace unas semanas hablé del poder de la mirada como un arma de seducción, hoy les cuento de otra forma de seducir a tu hombre.
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Todos hemos escuchado hablar alguna vez de las feromonas, pero ¿qué son exactamente?. La palabra Feromona viene del griego y significa “llevo excitación” y su función es atraer al individuo de la misma especie ¿interesante no?.
Sabemos que algunos animales son capaces de oler a su “potencial pareja” a kilómetros. Bueno nosotros los seres humanos también lo hacemos, tal vez no a kilómetros, pero muchas veces estos aromas los olemos de forma inconciente. Hay olores que concientemente sentimos como es el del sudor o derechamente de los genitales, pero también los hay de manera inconsciente bueno y esas son las feromonas. Olores que emiten nuestros genitales y que no nos percatamos. Al parecer la frecuencia de la práctica del sexo favorece a esas personas, ya que tienden a expeler más olor.
Existen dos tipos de feromonas: las que segregan las mujeres “copulinas” y las que segregan los machos “androstanos”. Los hombres emiten la misma feromona siempre, en cambio nosotras las mujeres cambiamos nuestro olor según la fecha de nuestro ciclo y es ahí donde entra el juego de seducción. Es un puzle que trata de encajar según la fecha de la mujer. No todo el mes segregamos el mismo olor. Ahora bien, no se trata de andar metiendo la nariz en los genitales masculinos para captar este mensaje por parte de los hombres, les recuerdo que las feromonas son percibidas de manera inconciente.
Lo que sí está claro es que cuando las mujeres estamos en nuestra etapa fértil del mes, nos volvemos más atractivas en gran parte gracias a las feromonas, así que ojo con los días fértiles, puedes transformarte en una seductora en potencia, sin darte cuenta.