Con todo esto de las elecciones y la gran cantidad de promesas de ambos candidatos, me pregunto si efectivamente el que salga electo va a saber escuchar la voz de la gente. Según la encuesta realizada por Feedback por encargo del Centro de Energía y Desarrollo Sustentable de la Universidad Diego Portales, el 62,6% de los santiaguinos se inclina por la energía eólica como solución de abastecimiento energético de la capital y sólo el 27% de ellos cree que es una buena opción.
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Respecto a los otros tipo de energía, un 36% de los chilenos cree que hay que evitar a toda costa el uso del carbón, un 10% para el gas, un 3% para la hidroeléctrica y un 0% para la generación de energía eólica. Ésta última es lejos la que tiene menos impacto ambiental -aunque algunos postulan que “ensuncian” el lugar con las aspas gigantes- sin embargo, efectivamente es una forma limpia y sustentable de abastecer energía.
Estar a favor de la creación de centrales nucleares en Chile no es un tema menor debido a los efectos nocivos que puede tener en nuestra salud y el medio ambiente. A estas alturas ya no podemos vivir sin energía, sin embargo, si podemos controlar y crear energías que tengan el menos impacto ambiental posible. Finalmente, el tema energético para más por decisiones políticas y económicas, que por un tema de mejorar la calidad de vida y contribuir a un mejor mundo. Si bien los santiaguinos estan en su mayoría en contra de la energía nuclear y lo que ésta implica, su repudio a ello aumenta cuando les preguntan sobre la creación de una planta en la región Metropolitana, en donde el 65% no lo apoyaría… pero este dato me hace pensar si efectivamente no la aprueban porque está en su territorio o porque efectivamente creen que es dañina. Muchas veces no aprobamos cosas porque están muy cerca de nosotros, pero si estan en zonas alejadas, el problema no es nuestro y no lo “vemos”, por lo tanto muchas veces tiene la “aprobación” de las personas.
Espero que efectivamente entre tanta promesa, el nuevo presidente sepa ver cómo está el mundo y lo que hemos provocado. Chile tiene todo para ser un país sustentable y que pueda abastecerce con energías limpias, un vasto desierte y un mar que recorre todo nuesttro país. Sólo falta el interés y las ganas, un compromiso serio y a largo plazo.