Sofía Coppola partió gustándome básicamente porque es la hija de Francis Ford Coppola y de entrada ya me caía bien. Aunque que para mí la familia no es todo, su primo es Nicholas Cage y eso no me hace quererla más.
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Pero como directora, cuando vi las Vírgenes Suicidas, aluciné. No me sorprendió que no fuera un éxito, porque la película es distinta, es lenta, es súper gris, no tiene una trama completamente bien definida. Pero la historia me conmovió tanto, la música, la estética, el guapo de Josh Hartnett (Trip Fontaine es lo más sexy que existe) y la cool Kirsten Dunst para mí eran motivo más que suficiente para una buena película. La he visto montones de veces y siempre me rompe el corazón el desenlace. Seca la Coppola. Primer punto bueno.
Después vi la notable Lost in Translation y quedé “lela”. Esta película es excelente y en este caso, para mí es incomprensible que alguien no la disfrute igual que yo. La genial relación platónica que se forma entre Scarlett Johansson y Bill Murray, en un país y en un momento de sus vidas en que se sentían incomprendidos, es lo máximo. ¿Cuántas veces no nos ha pasado que tienes un flechazo con una persona sólo por sentirte comprendida? Me sentí en casa con esta película. Tan sencilla y tan compleja. Nada más que decir. Ojo que se ganó el Oscar al mejor guión y fue nominada como mejor película y mejor dirección.
Luego con María Antonieta tuve en un principio sentimientos encontrados. La película me gustó, pero la encontré demasiado simple para Sofía. Para empezar, encontré muy raro que escogiera hacer una película de historia, donde todo ya está dicho, porque son casos reales (aunque seguro muchas cosas fueron libertades del guión) pero poco sorprende, porque ya sabes el final y en general, cómo se desarrolla la historia. Me gustó la estética decadente, y que mostraran lo poco preparados que estaban los reyes de Francia. Fue como si alguien me hubiera colocado a mí en el puesto de reina y me dijeran: “ya, ahora gobierna un país”. Después de verla una vez más, me empezó a conquistar lentamente hasta que ahora lo reconozco, me gusta María Antonieta. No sé muy bien por qué, pero la disfruto y cuando la encuentro en el cable, la dejo. Y qué onda con los pasteles, siempre termino atacando el refri después de verla. ¿Dato freak? Es prima de Jason Schwartzman, osea Luis XVI.
Así que me gusta Sofía, me gusta Coppola, me gustan sus películas y estoy expectante por su nuevo estreno Somewhere que seguro, me encantará.