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Hace 26 años, una tarde de domingo, la tierra se movió tan fuerte en Chile, que cientos de personas murieron y miles quedaron damnificadas. Anoche, la popular serie de Canal 13, “Los 80” revivió el terremoto de marzo de 1985, el único que nuestra generación había vivido… hasta este año.
Muchas historias existen sobre el movimiento telúrico de la década ochentera. En mi caso, yo tenía sólo unos meses de nacida, por lo que no me acuerdo de nada, aunque a lo largo de los años muchos me han ido contando detalles de lo que pasó esa tarde en mi hogar. Estaba mi familia en una casa en el centro, que arrendaban mis papás recién casados. Cuando el terremoto comenzó, todos salieron a la calle porque la construcción era de adobe y era bastante peligroso mantenerse en el lugar. El problema fue que mientras todos corrían hacia el exterior, mi coche y yo nos quedábamos olvidados al lado de una gruesa muralla de barro y paja. Unos segundos después, mi abuela se percató de la ausencia de la primogénita de su hijo y entró a buscarme; me encontró y salimos juntas. Cuando el terremoto terminó entraron a ver cómo había quedado la casa y además de la loza rota y el desorden, el muro en el que estaba apoyado el coche se había derrumbado.
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Ayer, mientras la casa de los Herrera se movía como una jalea – buenísima la producción- le pregunté a mi pareja cómo fue su experiencia, él se acordaba más ya que tenía como 12 años en aquella época. Me dijo que tuvo que correr a buscar a sus padres que se encontraban en misa aquella tarde. Me contaba que no podía avanzar porque las calles se movían como olas y que no avanzaba. Me imagino algo así como una de esas pesadillas donde las piernas te pesan justo cuando intentas escapar del asesino en serie que te persigue. ¡Qué terrible!
Mientras las escenas de la serie pasaban, aparecían imágenes de archivo de Pinochet que llegaban a dar escalofríos de tan sólo pensar en vivir en dictadura. En un momento pensé en lo afortunada que soy de no recordar aquellos años, a diferencia de mi pareja que los vivió con plena lucidez.
Hoy el terremoto de los ochenta es parte de la cultura pop, muchos de los niños de aquella época hoy son adultos y lo revivieron con nostalgia anoche. Y como una periodista del canal estatal chileno dijo: “No sé qué es más horroroso si recordar al terremoto del 85 o a Pinochet”.