Desde que comencé a incursionar en el ámbito sexual como a eso de los 15 años que los hombres me piden tener sexo anal. Yo no sé si tendré un culo muy rico o que onda pero es algo que me intriga. Yo creo que a todos los hombres les gusta así y pareciera que más que de la manera tradicional.
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He tenido varias parejas con las que he lo he hecho todo, pero el asunto del sexo anal no me ha dado tan buenos resultados. Una vez tuve un pololo que estaba tan bien dotado que la práctica se convirtió en un karma al punto que tuve que decirle – ¡Por la vagina o nada!- y hasta ahí no más llegó nuestra relación. Hay algunos más radicales que otros.
Me pasa que parece que no tengo el mejor de los tamaños entonces no es llegar y llevar. Parece que me cuesta. Mis amigas me cuentan sus decenas de experiencias y me dicen que es fantástico y que ambos lo disfrutan a morir.
Yo lo he intentado todo. Lubricante, estar pasada de copas, después de fumar un poco de la buena, masajes previos en la zona, depilación al cero, todo tipo de estimulación desde los dedos hasta la lengua pero nada me ha dado resultado.
Me llama la atención que a la María del Pilar se le haya dado con tanta facilidad. Bueno es que me imagino que como se aguantó por delante seguro que cualquier cosa le servía. Lo que si no le creo nada ese eso de que era la única alternativa, su mino tiene que haberlo pasado estupendo también. Qué ganas va a tener de disfrutar de su vulva si tiene un sector más sabroso para degustar. Por qué ningún hombre puede venir acá a decirme que no les gusta hacerlo a lo perrito como dice mi santa compañera de sitio.
Ellos siempre después de un tiempo de relación te la tiran así como jugando. ¡Oye podríamos experimentar cosas nuevas! Dicen. Pero si tú eres la que quiere jugar con el suyo imposible. Varios me han dicho que no son maricones, pero yo les explico que a ellos al parecer les gusta más que a nosotros. Pero no hay caso. Una vez estuve con un lolito que me dejaba hacerle de todo y lo pasábamos la raja. Pero la mayoría se ha negado.
Yo les juro que me encantaría experimentar pero pareciera que mi cuerpo no está hecho para eso. Hablando con una de mis amigas más experimentadas, que no era precisamente la María del Pilar ¡Seca!, sino una más entrada en años con un historial sexual que ni ella podía enumerar me dijo que lo que pasaba es que yo no me relajaba. Y que tenía que hacerlo de a poquito, lento, lento. Me miraba a los ojos y con las manos me explicaba cómo, mientras yo como buena alumna lo practicaba. Pero tampoco me sirvió.
Un amigo gay me dijo que tenía que probar el popper que era lo mejor para hacerlo por atrás. Yo jamás había escuchado sobre este producto. Cuando llegué a la casa después de 12 shop de cerveza revisé en Wikipedia y esto fue lo que me arrojó: “La inhalación de los nitritos relaja los músculos, como los del esfínter del ano y de la vagina, por lo que a menudo es empleado en el acto sexual”. Quedé para adentro, no niego que lo pensé pero luego me arrepentí. Era mucha la distorsión.
Así que acá estoy, esperando una fórmula mágica para disfrutar igual que la María del Pilar.