Hay minos que una preferiría mejor nunca haber conocido y menos haberle dado un beso. Yo tengo mi propia lista de minos que hubiese querido nunca jamás darle la pasada, pero hay veces que a una la pillan volando bajo, despechada o sola y no queda otra que entregarse.
PUBLICIDAD
Lo malo viene después, cuando te despiertas con un tipo al lado que no sabes cómo echar de tu cama o cuando no puedes evitar que te llame todos los días.
Una vez conocí a un mino cuando recién había terminado una relación. Ni siquiera había pasado un mes desde que estuve de polola (novia) y este chico nuevo llenaba un espacio que por ese tiempo quería ocupar. No sé por qué, pero me ilusioné rápidamente. Salíamos mucho juntos y poco a poco el contacto se hizo más y más cercano. Pero llegó el momento en el que este tipo se empezó a poner medio sicópata. Aparecía de sorpresa en mi casa, averiguaba dónde andaba carreteando y llegaba. Me mandaba mensajes durante la semana en los que decía, por ejemplo, “te queda bien el color negro”, es decir, hasta me seguía.
Por supuesto que al cabo de unas semanas, lo despaché, pero cuando hoy mis amigas me dices, “te acuerdas que saliste con…” les juro que preferiría enterrarme o hacer desaparecer ese pasado oscuro.
Bueno también me ha pasado que en una de esas noches de verano en la playa, le di un par de besos a un tipo al que después me arrepentí de darle mi celular, ya que al verlo en la playa, fui el hazme reír de mis amigas. Fail!
Y tú ¿tienes alguna conquista que prefieras borrar de tu vida?