Todas hemos experimentado ese mini infarto al darnos cuenta de que no tenemos el celular en el bolsillo, pero ¿Qué tanto nos aterra estar incomunicadas? Hace unos años hicimos una introspección al uso del celular, a veces es sólo una herramienta otras, un enemigo.
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Los tiempos y las tecnologías avanzan, dejando a su paso interesantes novedades, en un mundo tan tecnológico, junto a los aparatos electrónicos, están naciendo nuevas patologías y en un punto nos damos cuenta en un punto de lo obsesionadas que estamos con mantenernos conectadas de modo constante e instantánea, claro, para estar siempre disponibles “por cualquier cosa”.
El primer estudio fue realizado en Inglaterra, hace cuatro años, y éste reveló que el 53% de la población sufre de ésta obsesión. Hace poco SecurEnvoy, también inglesa, concluyó que la cifra acrecentó al 66% y en aumento.
Las obsesionadas (tanto hombres como mujeres) han sido de tal magnitud e intensidad que se llegó a incluir hace algunos años en la lista de enfermedades psicológicas la Nomofobia (provienente del inglés no mobile phone phobia), cuando no podemos estar sin el celular.
En Argentina las encuestas lanzan el resultado de que un 71% de la población (10 millones de usuarios) no saldría de su casa sin su Smartphone y hacia el 2015 destina que 23 millones de mexicanos (equivalente a un 70%) poseerá éste teléfono inteligente.
Un 90% de usuarios de teléfonos móviles acceden a las redes sociales al menos una vez al día. Y 4 de cada 10 están online a pesar de estar desarrollando paralelamente otras actividades productivas o de ocio.
De todos modos, los usuarios siguen siendo en su mayor parte hombres (60%) y las mujeres estamos un poco más desligadas, según el informe Mindshare (estudio de nuevos consumidores tecnológicos).
En lo que sí lideramos es en ser el género que más accede a redes sociales y chats (como Whatsapp) ¿Será nuestra necesidad de estar en contacto y accesibles a toda hora?
¿Te consideras una adicta al celular?
Fuente: Mx.ibtimes.com