Ingrid Lederhaas-Okun tiene 46 años y un curriculum impecable, uno de sus máximos éxitos es el de ser ex-vicepresidenta de desarrollo de productos de Tiffany & Co. Sin duda, cualquier joyería importante querría tenerla entre sus filas. Sin embargo, la norteamericana no está disponible para ningún puesto en este momento.
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El problema comenzó ayer martes 2 de julio cuando la ejecutiva fue arrestada por el robo de 165 piezas de joyería de Tiffany & Co. ¿Increíble historia no?
Lederhaas-Okun fue despedida de la compañía en febrero de este año en un proceso de disminución de personal. Pero, según informa Usnews.com cuando llegó el momento de poner las cosas en orden una investigación interna reveló que faltaban 1.3 millones de dólares en productos. Los cuales habían pasado por la manos de la ejecutiva pero nunca volvieron a las bóvedas de la reconocida marca norteamericana fundada en 1837 por Charles Lewis Tiffany y Teddy Young.
Cuando fue consultada por las piezas, ella habría respondido que las estaba utilizando para una presentación, sin embargo su supervisor no estaba al tanto de tal proyecto y tampoco había evidencia de que Lederhaas-Okun estuviese comenzado a redactar uno.
George Venizelos, director asistente del FBI a cargo, además detalló que la ejecutiva luego afirmó que las piezas faltantes estaban en un sobre en su oficina, pero cuando las buscaron no las encontraron. Para el policía federal ella se habría “aprovechó” de su posición para gestar el gran robo por el cual está demandada y de ser culpable arriesgaría 20 años en prisión.
La mujer habría sacado pulseras de diamantes, pendientes y anillos con diamantes, platino y oro de 18 quilates, entre otros artículos avaluados en más de 1 millón de dólares. El informe realizado por Preet Bharara, Fiscal de Estados Unidos en Manhattan, declara que la inculpada tuvo mucho cuidado de sacar joyas con precios menores a 10 mil dólares de esta manera no habría un seguimiento de la empresa que investiga siempre dónde están los productos desde 25 mil dólares en adelante.
El agente especial del F.B.I., Elliot C. McGinnis, dijo en la denuncia que había revisado los registros de una cuenta bancaria perteneciente a Lederhaas-Okun y su esposo, donde encontró que se habían depositado 75 cheques de un distribuidor de joyas que cerca de 75 cheques del distribuidor de joyas al que ella le habría vendido la mercancía asegurando ser la dueña.
Lederhaas-Okun finalmente quedó en libertad bajo fianza con firma y arraigo nacional, tras pagar 250 mil dólares, pero deberá asistir a una audiencia en la corte el próximo martes.
Fuente: www.nytimes.com, www.usnews.com. Foto: www.thedailybeast.com