A estas alturas se vale reconocer que hemos heredado muchos de los complejos de nuestras madres, así como también tenemos los valores positivos que en la infancia hayan sembrado.
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En esa línea, la nueva campaña de Dove desea que no se repita en las siguientes generaciones la influencia de la percepción negativa de madres a hijas, específicamente en lo relevante a autoestima y belleza.
El vídeo que recién lanzaron describe un experimento donde se les pidió a cinco madres y sus hijas enlistar qué es lo que les gusta y disgusta de su cuerpo, luego intercambiaron las listas para que las madres leyeran las respuestas de las niñas.
Sorprendentemente las más pequeñas habían enfatizado en el desagrado de las mismas partes que sus mamás mencionaron; la reacción conmovedora de estas últimas las llevó a admitir que en efecto más de una vez se habían quejado de su cuerpo frente a sus hijas.
Aparte de la moraleja del vídeo “La forma en que una niña percibe su belleza, empieza con cómo percibes la tuya”, también nos queda la reflexión de que trabajar en la imagen de la belleza real y la autoestima es un asunto que lleva tiempo en obtener resultados, por ello esta marca se lo ha tomado en serio desde hace diez años.
Aún queda mucho por explorar en el tema de la belleza, de los estándares mediáticos y la confianza en las mujeres de ahora y las del futuro. Si bien las madres representan un pilar en los hogares, el resto de las mujeres deberíamos tomar conciencia del impacto que tenemos sobre las niñas a fin de fomentar un mayor empoderamiento en ellas desde nuestra trinchera, como indican los responsables de la campaña:
Ya sea una madre, una tía, una hermana o una maestra, todas las mujeres pueden dar un ejemplo positivo para la próxima generación al expresarse de su belleza con confianza.
Bien por Dove. El vídeo está disponible en inglés, pero las emociones que emiten tanto madres e hijas se traducen en un lenguaje universal; aquí te lo dejamos.