El tema del bronceado está lleno de tabúes, y dentro de los mitos y verdades hay que rescatar algunas cosas que son sumamente importantes cuando pensamos tirarnos al sol.
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Actualmente, las camas solares y autobronceadores cuentan con toda una tecnología de punta para que obtengas lo mejor del sol y maltratar tu dermis lo menos posible.
En esta ocasión, te presentamos una lista sobre lo que se vale y no al momento de broncearte. ¡Toma nota!
Lo que sí
- Toma precauciones y empieza a trabajar en tu bronceado desde 2 semanas antes.
- En el periodo previo a la exposición, debes enfocarte en la hidratación de tu piel para que los rayos UV no sean tan agresivos.
- Incrementa el betacaroteno y la vitamina E en tu cuerpo consumiendo alimentos que lo contengan, como la lechuga, zanahorias y pimientos.
- Cada 15 o 30 minutos cambia de posición para lograr un bronceado uniforme.
- Protege las zonas sensibles de la piel, como la cara, las axilas, los empeines y la parte trasera de las rodillas.
- Desde el primer día, elige el traje de baño que deje menos marcas en tu piel para que no se vea raro y puedas lucir tu piel morena con cualquier vestido.
- Toma mucha agua.
- Siempre utiliza protector solar.
Lo que no
- Evita el sol directo entre las 10 de la mañana hasta las 4 de la tarde.
- No utilices bronceadores que no hayas probado antes en tu piel.
- No permanezcas más de media hora en una sola posición.
- No te quedes bajo el sol más de 2 horas. Date espacios de descanso.
- No te metas a bañar inmediatamente después del bronceado. Deja que tu piel se reponga de una a dos horas aproximadamente.
- No mezcles productos.