Las relaciones de pareja van mutando con el tiempo. Al principio, cada uno hace todo lo posible por no mostrar su lado oscuro, el lado “B” o sus defectos. Desde la apariencia física, la preocupación de ocupar una bonita lencería, preocuparse de la depilación y la innovación en el sexo, y más cosas.
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Pero a medida que pasa el tiempo, las parejas se van relajando. Ya no están pendientes del “qué pensara mi novio o novia si hago esto” o de “viene mi novio y tengo que depilarme”.
Las personas se cansan de estos hábitos, muestran su verdadera identidad porque piensan que se trata de una relación seria y, por lo tanto, de quererte tal cuál eres o la desenfrenada pasión de los primeros días se va calmando ya que nadie tiene tiempo para tener sexo 24/7.
Si bien muchas mujeres y hombres hacen todo lo contrario y se muestran tal cuál desde el primer día, ya que no les produce ningún tipo de pudor o vergüenza, lo cierto es que el factor común de las parejas es aparentar lo que no es como una forma de conquista y retomar los hábitos cotidianos cuando observas que el otro u otra ya cayó en tus redes del enamoramiento.
La ilustradora del medio BuzzFeed, Flo Perry, demostró con sus dibujos los distintos momentos al principio de una relación y después del año. Te aseguro que te sentirás identificado/a con algunas divertidas escenas:
Desnudarse al principio de una relación v/s ¡Estoy lista para la acción!
Al comienzo de una relación, todo es nerviosismo, expectación, “mariposas en el estómago” y cuidas cada uno de los detalles. Después del año, nadie se sorprende con la desnudez del otro y vas directo a la acción ¡Nada de previa!
Lencería sexy los primeros meses v/s Ropa que “encontré por ahí”
Del mismo modo que en la primera ilustración, cuidas los detalles, especialmente en el plano físico y en el vestuario. Quieres sentirte sensual para esa persona que está conquistando lentamente tu corazón.
Al año, ya empieza a aburrirte el tema. Es cansador estar siempre buscando ropa para verte bien, así que buscas lo primero que encuentras, ya sea algo tuyo o de tu pareja. A ti te da igual.
Depilación al principio v/s Los pelos curiosos al año de relación
La depilación es el ritual sagrado de toda mujer y cuando estamos en pareja, no escatimamos en gastos en cuanto a cera depilatoria, rasuradoras o depilación láser.
Después de un año de relación, el tema de tener uno que otro pelo curioso te causa risa y además, no temes en comunicárselo a tu pareja. ¡Demasiado sexy para ser realidad!
Sexo en cualquier momento v/s Las series son más entretenidas que el sexo
El sexo también es recurrente, todos los días, en cada momento y en cualquier lugar, ya que la pasión de los tres primeros meses está descontrolada.
Pero pasa el tiempo, las hormonas se comienzan a estabilizar, estás es una etapa más “madura” de la relación y sencillamente te parece más interesante ver una película o una serie que intimar con tu pareja.
Triste, pero es la realidad.
Sexo, sexo, sexo v/s Sexo, día sábado, 10:00 p.m
Lo mismo que en la ilustración anterior. Ojalá hubiesen más días para tener más sexo cuando estás en los primeros meses de relación. Después, la intensidad baja y te das cuenta que también tienes una vida aparte.
Seamos honestos: Nadie vive del sexo (en una relación)
Un “suceso” inesperado v/s Modo “cámara de gas”
Al principio mantienes siempre la compostura, te guardas ciertos hábitos y cuando éstos se “escapan”, te sientes lo peor del mundo y sólo quieres que ocurra un cataclismo para desaparecer por siempre. ¡Qué vergüenza!
Después de algunos meses, te das cuenta de que a tu pareja también se le “escapan” ciertas costumbres, por lo que te animas también a no ser perfecto/a todo el tiempo. Ante esto, es inevitable que se crea un ambiente “particularmente arómatico”.