Aprender a hablar de dinero con su pareja no es fácil pero es necesario poner sobre la mesa cosas como deudas, hábitos de gasto, ahorros (o falta de ellos), ingresos y otras finanzas.
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Los problemas de dinero a menudo se citan como una de las principales causas de divorcio, y algunos expertos señalan que las grandes diferencias salariales (sin importar quién tenga el sueldo más grande) pueden exacerbar estos conflictos.
Y es que muchos tienen la idea que quien tiene mayor poder adquisitivo es quien tiene el poder en la relación; quien gana menos puede terminar sintiendo que sus deseos y necesidades no son tan importantes o que no puede “exigir algo más ni mejor”.
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Además, muchos hombres han aprendido que la mujeres no pueden ganar más que ellos y si lo hace, es motivo de conflicto. Por su parte, si un hombre gana menos, muchas mujeres tienden a pensar que “es imposible forjar un futuro” a su lado.
Aquellos que ganan más pueden sentirse presionados por la responsabilidad de mantener las cuentas pagadas y quienes tienen el salario más bajo puede sentirse culpables por ganar menos.
Al final, el tema salarial es una ruleta rusa que va cambiando con los años. Es por esto que es tan importante ser más transparentes acerca de las finanzas, fuera de prejuicios pues es para el bien de la relación y la calidad de vida en general.
Así puedes encontrar el balance si hay ganancias desiguales
Lo primero es hablar abiertamente de dinero. “Una brecha salarial puede afectar la autoestima de quienes ganan menos, o puede ser que quienes ganan más piensen que tienen más control, o que deberían tomar decisiones sobre las vacaciones o las grandes compras”, señala Anna Goodwin, contadora para propietarios de pymes a Yahoo. “La clave es comunicarse y respetarse unos a otros incluso si una persona aporta menos dinero al hogar. Lo más importante es hablar de ello”.
Sean claros sobre su percepción del dinero y qué expectativas tienen. Según dijo a la revista Paired la doctora Marisa T. Cohen, científica de relaciones y coach, las parejas deben asegurarse de reflexionar sobre sus propios sentimientos sobre cómo le afecta su dinero y cómo se siente con respecto a la relación. Además advierte que nunca deben hacer suposiciones. La especialista sugiere hacerse algunas preguntas:
- ¿Cuáles son sus expectativas sobre el gasto en pareja?
- ¿Cómo deberían contribuir cada uno a los costos compartidos?
- ¿Cómo deben manejar sus cuentas financieras? ¿Están juntando recursos o dividiendo sus activos?
- ¿De qué manera se deben tomar las decisiones de gasto?
- ¿Cómo pueden tener discusiones más productivas sobre el dinero?
La división porcentual. Ésta es la forma más común que tienen las parejas de dividir los gastos del hogar, según reportan expertos del Intuit Mint Life. La mayoría de las parejas operan como socios con un objetivo común. En estos casos, tiene sentido que combinen sus activos y trabajen juntos como un equipo para lograr sus objetivos financieros.
Esto funciona para la mayoría de las parejas, todo o casi todo el dinero de cada cheque de pago va a una cuenta conjunta común y todos sus gastos se pagan desde esa cuenta conjunta. Por lo tanto, una parte de cada sueldo se destinará a cubrir todos los gastos.