Actualidad

El ojo del Cardenal Medina

Nuestras “autoridades” y su visión homosexual.

Mientras nuestros vecinos argentinos, todos sus ciudadanos gozan de los mismos derechos y el matrimonio es finalmente para dos personas que se quieren sin distinguir su orientación sexual, en nuestro país estamos cada día más lejos de tal igualdad.

PUBLICIDAD

Atrás quedó la euforia cuando el presidente Sebastián Piñera mostró en la franja presidencial a un guapo Luis Larraín representando la apertura del nuevo gobierno a legislar sobre los gays. Ya está claro que tales innovaciones no son prioridad en la agenda de La Moneda. Uno de los principales líderes de la derecha, Carlos Larraín, señaló que ser homosexual es una degeneración tal como la zoofilia, en tanto que las distintas propuestas que buscan una mejora al vacío legal de “lo gay”, ni cercan a lo que ha pasado en Argentina, en donde el matrimonio es simplemente la unión de dos personas que se unen voluntariamente a compartir sus vidas.

Pese a que seamos un país laico, y la Iglesia desde hace rato esté separada del Estado, sin duda, sigue jugando un papel activo y la voz de monseñor Sutano siempre causará al menos el mismo ruido que el mismísimo presidente de los diputados. Y en tiempos en que la institución fundada por San Pedro tiene tejado de vidrio, aquí y en la quebrada del ají, y diariamente explotan casos de sacerdotes pedófilos, abusadores, en definitiva, los verdaderos degenerados, deberían ejercer, aunque sea un poco, la misericordia que tanto predican.

Recomendados

Monseñor Medina, sí, ya sé que es considerado un senil loco por muchos, sigue siendo uno de los más altos referentes del clero criollo y nos guste o no, su voz es ley para la decreciente masa de millones de fieles chilenos. En tiempos que la Iglesia del Bosque, el máximo seno del catolicisimo santiaguino está atiborrada de escándalos sexuales y financieros, dignos de una nunca imaginada película triple equis, este señor que se codea con Ratzinger mejor debería callar su boquita. No puede decir que ser homosexual es lo mismo que nacer sin un ojo o sin una pierna. Muchos de los que no tienen ojos, lo perdieron en accidentes, o producto de feroces tumores. Muchos de los que nacieron sin pierna, tuvieron dolorosos procesos de rehabilitación para andar con un solo pie.

Lo que da más impotencia es que este señor Medina, seguirá por siempre, lanzando sus “atinados comentarios”. Con suerte, lo mandarán a llamar a retiro y lo callarán, pero por mientras, estamos obligados a escuchar a un señor que no sólo lanza el odio, sino que también es un líder de opinión para muchos, sembrando la duda, la ignorancia y la desunión. “Ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio” es una de las máximas en el cristianismo, una expresión que cada día pierde más sentido, en un mundo donde la Iglesia perdió su status moral debido a lo poco solidarios, castigadores y por no seguir la verdadera y pacífica enseñanza de Cristo.

Tags

Lo Último